“Estamos en un periodo especial de máxima preparación. Y en cualquier circunstancia vamos a garantizar el funcionamiento del país. Si Venezuela fuera agredida, inmediatamente pasaríamos al período de lucha armada en defensa de nuestro territorio, nuestra historia y nuestro pueblo”, señaló Maduro.
El líder chavista también mencionó que los canales diplomáticos con Estados Unidos, que antes permanecían abiertos, actualmente están “rotos”. Según dijo, la intención del secretario de Estado, Marco Rubio, sería provocar una masacre contra los venezolanos.
Maduro afirmó que ocho barcos militares estadounidenses, acompañados de 1200 misiles y un submarino, apuntan hacia Venezuela. Según su relato, este despliegue representa “la mayor amenaza que haya enfrentado nuestro continente en los últimos 100 años” y calificó la situación de “extravagante, inmoral y absolutamente criminal”.
El mandatario insistió en que, ante la presión militar de Washington, Venezuela mantiene su máxima preparación para defender su soberanía y territorio.
En paralelo, Estados Unidos elevó a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca a la captura de Nicolás Maduro, acusándolo de presuntos vínculos con cárteles de narcotráfico. Además, anunció un despliegue militar en aguas internacionales con el objetivo de atacar organizaciones dedicadas al tráfico de drogas.