DOMINGO 14 de Diciembre de 2025
 
 
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Tensión con la Rosada 

Los gobernadores amenazan con no apoyar el veto al aumento jubilatorio

La relación entre la Casa Rosada y los gobernadores se encuentra en un momento de particular tensión. Cansados de los duros discursos de Milei y de la falta de recursos en cada provincia, los mandatarios provinciales se unen en contra del Gobierno y pende de un hilo el veto al financiamiento jubilatorio.

Javier Milei reunió a decenas de empresarios el miércoles por la noche en el lujoso Yacht Club de Puerto Madero, habló de la oposición, tratándolos de “parásitos mentales”, pero también de los gobernadores, que poco a poco están empezando a unirse en contra la Nación.
Toda la parafernaria cayó pésimo en gobernadores tanto aliados como opositores, aunque también entendieron que Milei luego hizo énfasis en el caso bonaerense.
Ninguno de ellos salió a hablar en público sobre el tema. Pero en varias provincias se limitaban a difundir los datos publicados por la Secretaría de Hacienda de la Nación, que detalla que, en rigor, la presión tributaria como porcentaje del PIB se había mantenido igual en 2023 y en 2024, pero con una diferencia clave: esto había sucedido por una baja en la presión de las provincias (de 5,1% a 4,8%) y un aumento de la Nación (de 22,8% a 23%).
Esto fue consignado días atrás por el ministro de Economía de Santa Fe, Pablo Olivares, quien en un posteo de X finalizó diciendo “los datos son nobles, la manipulación está en los relatos”.
Un informe reciente hecho por Empiria, la consultora del ex ministro Hernán Lacunza, detalló que durante el año pasado, las provincias acompañaron la estrategia de ajuste del Gobierno y solo 3 de 24 quedaron con desequilibrio primario: Chaco, Catamarca y Buenos Aires (que aun así mejoró su situación fiscal). En tanto, seis jurisdicciones revirtieron su déficit: Tucumán, Entre Ríos, Santa Cruz, Santa Fe, Corrientes y Tierra del Fuego.
Esta mejora fiscal en prácticamente todas las provincias se debió, según consigna Empiria, por un ajuste promedio de 15% del gasto en términos reales, “que más que compensó la caída en los ingresos”. Por esa misma razón es que, durante el año pasado, la Casa Rosada se sentía con confianza para ajustar la billetera de las Provincias: “Todas ellas estaban siendo muy subsidiadas por la Nación. No les iba a afectar tanto y, además, todos teníamos que hacer el esfuerzo”.
Ni el Consejo de Mayo, órgano multisectorial creado por el Gobierno para elaborar políticas públicas vinculadas al Pacto de Mayo y que tiene un representante de las provincias, el mendocino Alfredo Cornejo, provoca en las provincias la unidad esperada por la Rosada.
El lunes, un día antes de que se constituyera el Consejo, sucedió un hecho prácticamente inédito en los últimos años. Los 24 mandatarios subnacionales consensuaron un proyecto de ley para modificar el régimen de los ATN y el impuesto a los combustibles líquidos y así distribuir parte de la recaudación entre todas las provincias.
La medida fue en respuesta a una reunión que habían tenido antes con emisarios del Gobierno, que no vieron como una solución a sus reclamos por mayores desembolsos de parte de Nación o la ejecución de obras de infraestructuras en rutas.
“Los gobernadores se unificaron todos. Es increíble cómo se les dio vuelta la tortilla”, dijeron desde una provincia que, en público, actúa como aliado a la Casa Rosada.
La Casa Rosada tiene un vínculo cada vez peor con el gobernador Osvaldo Jaldo, quien hasta la incursión de LLA en su provincia se mostraba como un libertario más. Fue el mandatario que más se preocupó en blindar los vetos de Milei el año pasado, mandando a sus tres diputados del bloque Independencia a que votaran en contra de la insistencia opositora. ¿Están dadas las condiciones para que se repita este año, una vez que Milei vete los aumentos jubilatorios? Muchos creen que no.
Ese bloque de 87 diputados que aseguraron el veto al financiamiento jubilatorio también está compuesto por actores del PRO y los denominados “radicales con peluca” como Mariano Campero o Martín Arjol. El primero busca posicionarse para su reelección como diputado, pero los libertarios no le quieren abrir la puerta. Al segundo se le ofreció ser candidato a diputado nacional en octubre, con tal de que bajara su lista en las recientes elecciones en Misiones. A pesar de la insistencia, no aceptó por pensar que lo iban a traicionar.
Quienes arman el poroteo en Diputados creen que negociando ausencias pueden ratificar el veto con 75 votos. Aun así, afirman que “está muy complicado”.
En el Gobierno ya no niegan que si la oposición consigue vulnerar el veto presidencial e imponer los proyectos esto va a caer “pésimo” en los mercados, incrementando el Riesgo País y complicando las tasas sobre las que se rollea la deuda.

 

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