MIÉRCOLES 08 de Mayo de 2024
 
 
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Las frases que hicieron historia

En nuestra memoria histórica bailotean frases, casi siempre ocurrentes y siempre circunstanciales, que nos remontan a tiempos, personajes y ocasiones especiales.

Aquellas frases nos acercan a quienes las dijeron, en el cine, en la política, en la literatura, en el deporte, en la calle, que pudieron ser sujetos dignos de nuestro afecto o no, pero que tuvieron el mérito de hacernos pensar, reír, sentir o putear.

Entre las muy argentinas me vienen algunas como: las “tres empanadas” de Brandoni en Esperando la carroza, el “papá” y el “tri tri” de Minguito, el “se le escapó la tortuga” y “la pelota no se mancha” de Maradona, el “puede fallar” de Tusam, el “hay que caminar chicas” de Lita de Lázzari.

Por allí se me mezclan con “Por lo menos, así lo veo yo” (Guillermo Nimo), “En la altura la pelota no dobla” (Passarella), “Se ha formado una pareja” (Roberto Galán), “¿Qué pretende usted de mí? (Isabel Sarli), “La Argentina es un país condenado al éxito” y “El que depositó dólares recibirá dólares” (Eduardo Duhalde) “Billetera Mata Galán” (Jacobo Winogrand), “Si quieren venir que vengan, presentaremos batalla” (Galtieri), “Conmigo o sin migo” (Herminio Iglesias), “La casa está en orden, felices Pascuas”, “A vos no te va tan mal, gordito” y ‘estoy persuadido‘ (Alfonsín), “Si querés llorar, llorá” (Moria Casán), “No me peguen. Soy Giordano” (Roberto Giordano), “Muchachaàhacete el papanicolao” (Tita Merello), “¿Qué gusto tiene la sal?”, Carlitos Balá, “Síganme, no los voy a defraudar” (Menem), “El que apuesta al dólar, pierde” (Lorenzo Sigaut, ministro de economía de la última dictadura militar), ‘Éramos tan pobres...‘ (Alberto Olmedo).
Oscar Ringo Bonavena nos hizo reflexionar al decir que “todos son amigos, pero subís al ring y quedás solo cuando te sacan hasta el banquito”. Y otro que nos invitó a pensar se llamó Luis Barrionuevo al asegurar que “Si dejamos de robar dos años el país se acomoda”

Hubo un personaje que corrigió su frase original con una segunda más atinada. Fue Perón, quien en la cúspide del poder mencionó “Para un peronista no hay nada mejor que otro peronista” y en su retorno esperado a la patria mejoró “Para un argentino no hay nada mejor que otro argentino”.

Luego, por confusiones de la memoria nos vienen dos falsas creencias: Ni don Quijote de la Mancha dijo nunca “ladran Sancho, señal que cabalgamos” ni Evita aventuró por sí misma que volvería y sería millones. Lo primero es resultado de una ocurrencia anónima y lo segundo fue la profecía del aymara Túpac Katari, al ser descuartizado por los conquistadores el 15 de noviembre de 1781.

Es seguro que los lectores estarán barajando muchos otros decires que dejaron marcas en la historia de los argentinos. Me queda por señalar que en cada pueblo de la patria hay frases que se quedaron a vivir y que pertenecen a humildes personajes de sus lugares.

Aquel “ta bavo fato...” que se le adjudicara en Pico al changarín Sabaté, no quiso significar que la situación política del país se hubiera complicado, sino que el asfalto estaba demasiado caliente en aquella siesta de verano para andar en pata.
 

Por Hugo Ferrari- Especial para LA REFORMA

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