VIERNES 29 de Marzo de 2024
 
 
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La vigorexia

Dentro de los trastornos de alimentación, pareciera que la bulimia y la anorexia fueran monopolio de las mujeres, por la gran prevalencia de estas enfermedades en el género. Pero, hay una patología del tipo, que no es tan conocida -fue descubierta hace poco, en 1993- y que afecta mayoritariamente a los hombres.


Se trata de la vigorexia, enfermedad que suele encontrar al sexo masculino en especial durante la adolescencia, y donde el varón se ve a sí mismo como débil o ‘enclenque’, por lo que busca desarrollar musculatura generándose, de esta manera, una adicción al gimnasio, a ciertas sustancias y a determinada dieta, rica en proteínas.
La persona con vigorexia se obsesiona por verse musculosa, se mira constantemente en el espejo y acude a la balanza frecuentemente. Abandona sus actividades sociales y le dedica todo el tiempo posible al gimnasio y a entrenar. Los regímenes alimentarios de una persona con vigorexia son ricos en proteínas, le dan demasiada importancia a los anabolizantes y a los productos dopantes. 
Los afectados son en su mayoría hombres de entre los 18 y los 35 años de edad, quienes comienzan a dedicarle demasiado tiempo a los ejercicios propios de un gimnasio. Al dedicarles de entre tres a cuatro horas diarias, le restan importancia al resto de sus labores y ocupaciones cotidianas.
Tienen una imagen distorsionada de su cuerpo, baja autoestima, y una fobia social muy grande. Además de pasar horas haciendo aparatos y ejercicios en el gimnasio, toman anabólicos para incrementar la musculatura. No hay forma de que su cuerpo les complazca

Cuadro Clínico

Por norma general, el afectado por esta enfermedad no acude al médico hasta que el problema ya es muy avanzado y se tratan casos extremos que acaban en anorexias o bulimias de varones.

- Mirarse constantemente en el espejo y aún así sentirse enclenques.
- Invertir todas las horas posibles en hacer deportes para aumentar la musculatura.
- Pesarse varias veces al día.
- La enfermedad deriva en un cuadro obsesivo compulsivo, que hace que el vigoréxico se sienta fracasado, abandone sus actividades y se encierre en un gimnasio día y noche.
- Peso normal o ligero sobrepeso.
- También siguen dietas bajas en grasas y ricas en hidratos de carbono y proteínas para aumentar la masa muscular, por lo que corren mayor riesgo de abusar de sustancias como hormonas y anabolizantes esteroides.

Todo ello puede producir en la/el enferma/o una serie de consecuencias físicas y del comportamiento:

* Numerosos problemas orgánicos y lesiones pueden aparecer cuando la práctica deportiva es excesiva.
* Las desproporciones entre las partes corporales son muy frecuentes, por ejemplo, un cuerpo muy voluminoso con respecto a la cabeza.
* La sobrecarga de peso en el gimnasio repercute negativamente en los huesos, tendones, músculos y las articulaciones, sobre todo de los miembros inferiores, con desgarros y esguinces.
* La alimentación es otro problema muy frecuente e importante, ya que consumen muchas proteínas e hidratos de carbono y poca cantidad de grasa en un intento de favorecer el aumento de la masa muscular. Ocasionándoles muchos trastornos metabólicos.
* El uso de anabólicos es también otra consecuencia que se asocia a la vigorexia, en un intento de mejorar el rendimiento físico e incrementar el volumen de sus músculos. Con el uso de estas sustancias no se obtiene ningún beneficio, sino todo lo contrario, ya que producen muchos trastornos en el organismo como masculinización e irregularidades del ciclo menstrual en las mujeres, acné, problemas cardíacos, atrofia testicular, disminución de la formación de espermatozoides y retención de líquidos, entre otros.
* Es importante tener en cuenta que estas drogas no aumentan la fuerza
muscular, la agilidad ni la resistencia.

Claves

La vigorexia todavía no está tomada como riesgosa, pero es una enfermedad que va en aumento. “Es un fenómeno que se ve a diario. Se trata de una ‘patología del vacío’ que surge a partir del deterioro de la red social y se incrementa cada vez más debido a que en la actualidad la gente necesita pertenecer, busca identificarse constantemente.

Para prevenir y afrontarla

<EM>El tratamiento debe enfocarse a modificar la conducta y la perspectiva que los enfermos por vigorexia tienen sobre su cuerpo:

- El entorno afectivo cumple una función muy importante en su recuperación, al brindarle apoyo cuando intentan disminuir su programa de ejercicios a rutinas más razonables.
- Es necesario disminuir el entusiasmo y la ansiedad por la práctica deportiva intensa logrando que se interesen por otras actividades menos nocivas para su cuerpo.
- El hecho de desear la imagen corporal ideal no implica necesariamente que la persona padezca algún trastorno psicológico, pero siempre debe estarse muy atento ya que las probabilidades de que sí aparezca son mayores en estas personas.
 

Dr. Juan José Penna

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