Es indudable que responden a una política que pretende ser única en su concepción hacia la sociedad, procurando aplicar recetas que están decididamente en contra de todo aquello que se considera normal, aceptable y correcto para una ciudadanía que se siente “vapuleada” pero sigue -en parte- sosteniendo que tiene esperanza.

A las contradicciones manifiestas en los dichos del presidente libertario, Javier Milei, hay que ir sumando los posicionamientos de funcionarios y entorno que dibujan su propia realidad y la exponen generando una distorsión inevitable en el marco de la convivencia ciudadana.

Las recientes declaraciones del legislador de LLA, Bertie Benegas Lynch, a través de las que señala que: “si necesitás un hijo para que te ayude en las labores que estás desarrollando, no hace falta que vaya a la escuela”, han generado una fuerte reacción de diversos sectores.

No fuimos los únicos asombrados e indignados por las reflexiones del diputado oficialista, también la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, replicó las declaraciones del diputado oficialista, que se manifestó a favor de la “libertad” de “no mandar al colegio a tu hijo porque lo necesitás en el taller”.

Una de sus expresiones más contundentes reflejadas en redes sociales fue: ‘‘Hombres trabajando, niños estudiando”, sostuvo la funcionaria en su cuenta de Instagram, junto a una foto donde se muestra a un obrero de la construcción y a un nene sentado en un pupitre leyendo un libro.

El posicionamiento de Bertie Benegas Lynch tiene correlación con la política económica de “descalzar” la educación primaria, secundaria, universitaria y terciaria gratuita, privilegiando el rol educativo de lo privado, acción que resulta limitativa para la mayor parte de la sociedad.

El reciente informe de La Universidad Nacional del Comahue, con sedes académicas en las provincias de Neuquén y Río Negro, que entró en cesación de pagos y “no puede afrontar más la totalidad de los gastos” que implican su funcionamiento, según informó el Consejo de Administración de la institución, y reflejan los medios del sur del país, es una muestra clara y palpable del destino de la educación en Argentina.

Ya se habían manifestado en la UBA, que dados los recortes sufridos tendrían que limitar áreas de especialización, becas, cursos de perfeccionamiento y formación, en líneas generales, el achicamiento perjudicaría a la más importante masa de estudiantes que se prepara para el futuro.

La argumentación esgrimida por el legislador del oficialismo raya en un extremismo exclusivista, que pretende una clase instruida dominante y el resto sometido en el marco de la ignorancia.

Los dichos provocaron una fuerte zozobra en diferentes ámbitos del gobierno de Milei. Quien mayormente expuso su pensamiento fue la titular del área de Capital Humano, que en parte de sus opiniones -al margen de las realizadas en la red social Instagram- expresó: “libertad de enseñanza, hija de la libertad de conciencia, promueve que los padres sean los primeros en naturales educadores”.

Estas contingencias van mostrando indicadores que marcan hacia dónde apunta el programa del liberal-anarcocapitalista que hoy preside el país. No son expresiones al azar ni producto de una “mala noche” de Benegas Lynch, es el fundamento de una propuesta ideológica que señala claramente hacia dónde apunta el gobierno.

Mientras esto sucede, y de alguna manera se coloca una nueva “zanahoria” distractiva, la hermana del presidente, “El Jefe” Karina Milei, da -oficialmente- inicio a su estrategia de consolidar como partido nacional a La Libertad Avanza, mediante la planificación elaborada por Santiago Caputo, “el consultor estrella”, que comenzó en Capital Federal y se extenderá a todo el país, con miras a consagrar fortaleza política que les permita -en el 2025- alcanzar mayoría en el Congreso Nacional y preparar la estructura para el lanzamiento de candidatos para el 2027.

Es indudable que las planificaciones “mileistas” tienen varias aristas y que muchas son elaboradas al solo efecto de disimular los verdaderos objetivos que se persiguen. Tácticas planificadas que procuran evitar reacciones que impidan concretar lo pergeñado.

Mientras el ministro del Interior, Guillermo Francos, junto al Jefe de Gabinete, Nicolás Posse, buscan coordinar con gobernadores dialoguistas, opositores o no, definir la aprobación del DNU y lo que queda de la Ley Base, las medidas de ajuste, restricciones de partidas, cierre definitivo de reparticiones oficiales que generan miles de despidos, continúan provocando una inestabilidad en el plano social que no es nada tranquilizador.

A estas situaciones hay que sumarle los enfrentamientos con sectores del trabajo representados por la CGT, fuerte disputa con camioneros, la pelea con ATE y otras acciones económicas anunciadas para los próximos días, que son parte del programa de achicamiento que se promueve para obtener un Estado eficiente.

En un gobierno liberal existen principios elementales que deben ser compartidos, siendo inaceptable desde el punto de vista ideológico-libertario que cada miembro del staff tenga puntos de vista diferenciados con los lineamientos esenciales como educación, salud, ciencia, entre otros paradigmas que ilustran el pensamiento anarcocapitalista.

Volvemos al principio. Hay una sola realidad y es la que soportamos a diario. Cada jornada es un nuevo amanecer que nos sorprende y provoca una zozobra que agita y conmueve nuestra forma de vida.

Debemos recomponer nuestra sociedad y -más allá de lo piense cada uno- lograr un objetivo en común: “Tener futuro”.