En esta segunda etapa de la temporada oficial de la Pampeana, ninguno de los dos han tenido rendimientos para destacar. El “Decano” a reunido 10 puntos, pero dentro de una irregularidad que se ve en tres partidos ganados y tres perdidos (un empate), mientras que Costa sólo sumó 7 puntos, producto de sólo dos victorias y un empate logrado en lo que va de esta rueda.

Este presente lleva a pensar en que los dos tienen que empezar a sumar de a tres más seguido. Pico, se puede decir que lo está haciendo en las últimas fechas, pero Costa está desconocido, tratándose del tetracampeón que tiene la Liga.

Es cierto que todo tiene una razón de ser, y pasa por lo que está demandando el Federal, donde está haciendo una enorme campaña, a eso se suma la Copa Integración, donde está en semifinales, pero uno pensaba que iba a dar más batalla, en condición de campeón, pero está claro que no da la “nafta” para todas las competencias marcadas.

Igual, ambos están para dar algo más, asegurarse un lugar en el Provincial y quedar lo más arriba posible. El de hoy es una oportunidad, porque no sólo se trata de quedarse con los tres puntos en juego sino el envión anímico que da ganar un clásico, de la dimensión que sea.

Costa está jugando el lunes por el Federal, en Río Cuarto, eso genera un gran interrogante sobre la decisión del cuerpo técnico encabezado por Rodrigo Chap, en el sentido de qué jugadores utilizar. Ultimamente está haciendo un “mix” entre los que forman parte de las plantillas del torneo nacional y los que buscan rodaje en las competencias locales. Está claro que la prioridad que se ha fijado Costa es el Federal, donde ya mantuvo la categoría pero lo tienta el liderazgo que ha conseguido y la chance de luchar por el ascenso, la Copa Argentina y premios de ese calibre que no los quiere desaprovechar nadie.

Pico FBC, luego de superar una tormenta futbolística, que significó cambios en el cuerpo técnico, parece estar nuevamente en carrera. Pero necesita esa regularidad que le permita ser más previsible sobre sus reales posibilidades.

A espera entonces el atardecer sabatino, que el frío no sea tan intenso y que podamos ver un buen partido de fútbol sobre el buen piso de césped que tiene el estadio del barrio Este.