VIERNES 08 de Noviembre de 2024
 
 
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Indice de Resultados Escolares 

La Pampa en “podio” y en Quemú está el mejor de la Patagonia

El informe conocido en las últimas horas señala que “solo 45 de cada 100 alumnos de primaria llegan a 6º grado a tiempo y con los aprendizajes esperados”. En nuestra provincia, más del 99 por ciento de los alumnos que comienzan primer grado llegan a sexto en el tiempo esperado.

El texto dado a conocer por la organización Argentinos por la Educación sostiene que “el 94% de los estudiantes que ingresan a primer grado llegan a sexto a tiempo, pero solo el 45% llega en ‘tiempo y forma’, es decir, con conocimientos satisfactorios de Lengua y Matemática, según el operativo Aprender 2023. Hay desigualdades significativas entre provincias y departamentos de todo el país”.
Los datos surgen del informe “Índice de Resultados Escolares de primaria: Evolución y análisis por departamento”, del Observatorio de Argentinos por la Educación, con autoría de Sandra Ziegler (FLACSO), Eugenia Orlicki y Leyre Sáenz Guillén (Observatorio de Argentinos por la Educación).
El Índice de Resultados Escolares (IRE) de los estudiantes de primaria mide, a partir de datos del Relevamiento Anual y de las pruebas Aprender, cuántos estudiantes de una cohorte (en este caso, quienes comenzaron 1º grado en 2018) llegan a 6º grado en el tiempo teórico (es decir, en 2023) y con los conocimientos esperados de Lengua y Matemática (de acuerdo con el operativo Aprender 2023).
En Argentina el 94% de los alumnos que empezaron la primaria en 2018 llegaron a 6º grado en el tiempo teórico. La cifra viene creciendo: era 88% para la cohorte 2011-2016 y 92% para la cohorte 2016-2021.
En algunas provincias, prácticamente todos los estudiantes que ingresan a primer grado llegan a sexto en el tiempo esperado, sin repetir ni abandonar: el porcentaje asciende a más del 99% en Córdoba, Santa Cruz, La Pampa, Chubut, Río Negro y Jujuy. A nivel nacional, 22 de las 24 provincias han mejorado este indicador desde 2011: las únicas excepciones son Chaco y Tierra del Fuego.
“Cuando se incorporan al índice los aprendizajes medidos por el operativo Aprender, se observa que solo el 45% de los estudiantes llegan a 6º grado a tiempo y con niveles de desempeño satisfactorios o avanzados en Lengua y Matemática. Se trata de dos áreas fundamentales para la construcción de los futuros aprendizajes y para dar continuidad a la trayectoria educativa en el nivel secundario”, sostiene el informe.
“La escuela primaria es la plataforma sobre la cual se construyen los primeros aprendizajes que son estructurantes de las adquisiciones posteriores. Es un nivel que no era visualizado con tantos desafíos en relación con los aprendizajes y las trayectorias como otros. Este informe da indicios acerca de la necesidad de abordar la totalidad de la educación básica obligatoria para colocar el foco en las políticas y las propuestas de enseñanza y aprendizaje en su integralidad”, señala Sandra Ziegler, investigadora del Área de Educación de FLACSO Argentina y coautora del trabajo.
Si bien la proporción de estudiantes que llegan a tiempo a sexto grado viene mejorando de manera sostenida, el IRE empeoró con respecto a los resultados de las cohortes de 2011-2016 (46%) y 2016-2021 (50%). En 21 de las 24 provincias cayó la proporción de alumnos que logran llegar al final de su trayectoria escolar con los conocimientos adecuados de Lengua y Matemática.
El IRE muestra una alta correlación con el nivel socioeconómico de los estudiantes. Las cuatro jurisdicciones con mayor Índice de Resultados Escolares son CABA (61%), Córdoba (57%), La Pampa (48%) y Tierra del Fuego (48%). En el otro extremo se encuentran Santiago del Estero (34%), San Juan (34%), Catamarca (34%) y Chaco (30%).

Índice de Resultados Escolares por Departamento

Al analizar el IRE por departamentos, se observa una amplia dispersión: el porcentaje de alumnos de primaria que llegan a 6º grado a tiempo y con los aprendizajes esperados varía desde 15% hasta 79%. El informe consideró solo aquellos departamentos cuyos datos fueron liberados por la Secretaría de Educación, tienen una participación igual o mayor al 60% de su matrícula en las pruebas Aprender, y además tienen más de 30 alumnos rindiendo las evaluaciones.
Dentro de cada provincia, la mayoría de los departamentos tienen un IRE en línea con su promedio provincial. Córdoba y CABA son las únicas dos jurisdicciones en las cuales todos sus departamentos rinden por encima del promedio nacional (45%).
El departamento con el IRE más alto del país dentro de los que tienen la mayoría de su matrícula en escuelas del ámbito urbano es la comuna 6 de CABA, que corresponde al barrio de Caballito, con un 73%. A su vez, entre los que tienen mayoría de su matrícula en escuelas del ámbito rural, está un departamento llamado Pocho, en Córdoba, con un 79%.
En la región Patagonia, los IRE más altos están en Quemú Quemú (62%), Atreuco (56%) y Caleu Caleu (55%) en La Pampa, seguidos de Bariloche (54%) y Pilcaniyeu (53%) en Río Negro. Los IRE más bajos están en Rancul (37%) y Toay (34%) en La Pampa, junto con Deseado (38%) en Santa Cruz.
“La enorme dispersión por departamentos, por nivel socioeconómico y las diferencias entre ámbitos rurales y urbanos nos hablan de una profunda y compleja desigualdad. Intervenir con políticas educativas transformadoras que vayan más allá de las decisiones de escritorio es clave: es urgente evitar el “efecto arrastre” de saberes fundamentales no aprendidos que se registra actualmente en los niveles secundario y superior y que viene impactando negativamente en las posibilidades de ascenso social de los egresados de las instituciones educativas”, afirmó Viviana Postay, formadora de directores y docentes, y profesora de escuela secundaria.
“Más allá de las cifras, es importante pensar en cómo la falta de aprendizaje afecta a los niños y a la sociedad a lo largo del tiempo. Cuando un niño no logra adquirir conocimientos esperados para su edad, lleva consigo una desventaja que lo acompaña a lo largo de su vida y que también impacta en su comunidad. Esto nos llama a renovar los esfuerzos y a implementar políticas que garanticen una educación completa, que mire hacia el futuro de cada niño y niña del país. Para eso, necesitamos un sistema educativo inclusivo que se adapte a la realidad de cada comunidad. Esto implica contar con recursos adecuados, docentes preparados y métodos de enseñanza que motiven a los estudiantes a participar activamente”, comenta Pablo Mainer, fundador y director de la ONG Hablemos de Bullying.

 

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