JUEVES 02 de Mayo de 2024
 
 
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La “motosierra” llegó a La Pampa

Desde hace algo más de 120 días se viene cumpliendo el anuncio de campaña del entonces candidato, hoy presidente argentino, Javier Milei, quien impondría la acción de la ‘motosierra’ y luego ‘la licuadora’, para restablecer un equilibrio económico, financiero-social, que no lograba estabilizarse.

Las situaciones que de ninguna manera, podían considerarse de un gobierno anterior, sino que tienen muchas décadas de caída y profunda decadencia, requerían de una metodología diferente pero coordinada con todas las fuerzas políticas, productivas y económico-sociales para iniciar el camino de la recuperación.

Apartarse de los contenidos emanados de la Constitución Nacional, para recrear sus normas y adaptarlas a decisiones unipersonales, desconociendo los otros poderes del Estado, resultaba una tarea demasiado ambiciosa, cuyos resultados indicaban no poder concretarlos con el éxito que se esperaba.

Pero el empecinamiento y una actitud que se la ha denominado de muchas maneras diferentes, Javier Milei avanza, con una serie de medidas de ajuste que están provocando un verdadero sismo que abarcan todos los ámbitos del país, algunos de manera directa, otros indirectamente, como consecuencia de las restricciones que pegan duramente sobre el tejido social argentino.

Pasar el ‘lampazo’ arrastrando todo lo que existe desde hace mucho tiempo, no tanto, es ‘cortar demasiado ancho’ y pagan justos por pecadores.

Esa actitud de forzamiento de las filas del trabajo están generando un crecimiento exponencial del índice de desempleo, situación que está creando un ámbito de inestabilidad social que muestra aristas graves, por las consecuencias que están y van a atravesar muchos grupos familiares en todo el ámbito del país.

Esa furia de ajuste y eliminación, está llegando a La Pampa y provocando enorme zozobra en quienes ya han sido informados, algunos oficialmente por telegramas de despidos que, a partir del 30 de marzo, pasan a engrosar la fila de los nuevos desocupados.

Anses, 18 cooperativas de trabajo y, ahora el cierre de las representaciones del Enacom, dejando una sola oficina con mínima atención. También los ajustes en Radio Nacional y la presunción de que se produzcan más despidos.

A estas determinaciones de organismos nacionales, el Gobierno provincial ha señalado, dado el efecto negativo que están provocando en el funcionamiento de las áreas del Gobierno provincial.

Los ajustes, como el cese de financiamiento de la Obra Pública nacional, la falta de los pagos adeudados a la Caja Previsional ISS; los recortes en Salud, Educación; el achique coparticipable, dado que ha producido el retiro de fondos de ganancias no fueron reemplazados; son parte de la ejecución del plan trazado en busca de lograr y mantener el déficit fiscal cero del estado Nacional.

En síntesis, están achicando las estructuras provinciales. En el caso de La Pampa, venía manejándose con solvencia y sin déficit en todas las áreas. Pero hoy, debe enfrentar el ‘fantasma’ de la desocupación que crece.

Es otro de los frentes que generó la actitud de Javier Milei. Ponerse por encima de los gobiernos provinciales e imponerles sus reglas, más allá que con ese mecanismo solo provoque el crecimiento exponencial de la pobreza y la indigencia.

La Pampa venía con esfuerzo manteniendo el equilibrio económico-financiero y dando respuesta a los reclamos sociales. Buscando como establecer la continuidad de la Obra Pública y sostener la premisa que respalda el gobierno de Sergio Ziliotto: Salud, Educación y alimentación de los más necesitados como prioridad.

A la presión del Gobierno nacional, debe agregarse -en el caso de la provincia pampeana- una actitud del sector opositor legislativo que se siente empoderado por haber logrado un frente que impide que pueda darse tratamiento a proyectos de ley que requiere el Gobierno provincial para poder ejecutar políticas de Estado tendientes a morigerar el grave estado de decadencia que se está viviendo.

Habrá o no razones de carácter político para sentirse ‘poderosos’ en estas circunstancias, pero claramente no era la oportunidad de demostrarlo; porque detrás de los objetivos que perseguían los proyectos que no se tratan, hay familias de pampeanos, muchos que los deben haber votado y que están pagando el precio de una ‘teñida política’ que alcanza un grado de soberbia y subestimación de la gente que realmente preocupa.

Alguien salió a pretender disimular puertas afuera que no sesionaban porque la “culpa es del otro sector político” señalando al oficialismo y le pide al Gobernador que ‘ordene la tropa’, marcando un malestar interno dentro del FreJuPa, entre las dos líneas imperantes.

Si bien no está mal pedir el auxilio del Primer Mandatario, también podría haber aprovechado y gestionar que el Obispo intercediera; todo vale cuando se procura alejar de la responsabilidad que les cabe en estas circunstancias. La cuestión es que la ciudadanía mire para otro lado.

La realidad nos indica que seguimos en la ‘chiquita’. Miramos ‘nuestra quintita’, mecanismos que son comunes a la actividad política; pero hoy las circunstancias imponen otras conductas. Solo basta mirar un país que convulsiona, que está cayendo vertiginosamente en la profundidad de una grieta por actitudes personalistas y alejando la posibilidad de consensuar, por el bien de todos.

La Pampa podría dar el ejemplo de grandeza que está faltando.

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