Integrantes de la Agencia de Investigación Científica están tratando de determinar la numeración y así conocer el origen. “No descartamos nada, pero tampoco hay aún alguna pista firme sobre su origen”, explicó el fiscal General Armando Agüero.
“La fiscal Verónica Campo está abocada a la investigación del caso, y por estas horas se está tratando de determinar el origen a través de la identificación de los números, porque algunas de las siete armas de puño que se encontraron enterradas, (en cercanías de una laguna situada en inmediaciones del cruce de las rutas provinciales 10 y 7) tienen aún la numeración”, explicó el funcionario judicial.
Reveló que “hasta el momento se encontraron siete armas, casi todas de puño y de calibres 9 mm, 32 y 38, pero seguimos buscando porque puede haber más. Una vez que se complete el relevamiento averiguaremos el origen de esas armas”.
Agüero recalcó que “las sospechas son muchas, pero la investigación se va a encaminar una vez que sepamos el origen. Cada arma que tenga numeración, va a ser vinculada con una persona que en algún momento la tuvo en su poder, los buscaremos y sabremos si se las robaron, si se las secuestraron o qué fue lo que pasó para que aparecieran en ese lugar”.
Indicó que “por el momento no tenemos definido sobre cuánto es el tiempo que podrían llevar enterrada, porque la corrosión varía según si fueron arrojadas al agua, si fueron enterradas, si estaban envueltas en papel de diario, o en bolsas... Todo eso será motivo de análisis, pero seguramente llevan bastante tiempo en ese lugar. Todo va a comenzar a aclararse cuando tengamos alguna numeración para cotejar”.
El descubrimiento de las armas, según revelaron fuentes policiales, fue realizado por un hombre que hacía filmaciones y tomas fotográficas mientras recorría el lugar, quien las encontró en un importante estado de oxidación, dispersas en la orilla de la laguna.
Ante la consulta realizada por un periodista de este medio, Agüero dijo que “no se ha registrado en los último años un robo que incluya tantas armas, sí es habitual que se denuncien hechos en los campos, o en en zonas urbanas, donde faltan armas, pero una, o a lo sumo dos...”.
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