Luego de una recorrida por la institución y la visita a distintos cursos, Claudia Resler abrió la puerta de su oficina para entablar un distendido diálogo sobre la realidad institucional, el aniversario y su paso por el establecimiento.
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Claudia cuenta con 21 años de antigüedad en la Escuela, muchos habitantes de Speluzzi fueron sus alumnos, incluidas las porteras. En ese entonces trabajó como maestra tutora en un tercer ciclo ruralizado, con grupos de séptimo, octavo y noveno, y se desempeñó en las áreas de biología, físico-química y matemáticas. Desde el año 2012, está a cargo de la dirección y en el 2017 concursó y titularizó.
La escuela es de jornada completa desde hace algunos años. El comedor, que se encuentra a dos cuadras, consta de un edificio y dos cocineras que fueron cedidos por municipio. Todo lo que víveres e insumos dependen del Ministerio de Educación y son manejados por el establecimiento.
Claudia comentó que, en su momento, cuando se dispuso la jornada completa, se había elevado un proyecto para ampliar la estructura del establecimiento, además de construir un comedor y un SUM, pero finalmente se comenzó a utilizar el edificio municipal. 
En referencia al proyecto de Colegio Secundario la directora de la Escuela 40 dijo que “es la novedad. Es por lo que peleamos siempre. Siempre reclamamos esto, porque en su momento había 30 alumnos, entonces les prestábamos un aula de esta escuela; después el secundario funcionaba en otro lugar, después vino la pandemia y, con el regreso de los chicos de secundaria a clases tuvieron que pedir el SUM, que es donde están funcionando actualmente”.

A la primaria asiste una plantilla de 87 alumnos. Al respecto, Resler comentó que la cifra va en aumento. “El año pasado recibimos 26 alumnos en el transcurso del año. De familias que se mudaron, que se habían venido a vivir acá, que decidieron elegir la escuela y este lugar para vivir. Todos los chicos son habitantes de Speluzzi. Condición para que vengan es que sean de la localidad, porque la escuela tiene jornada completa, de 8 a 15, y es preferente que se así porque los chicos de otras localidades tienen escuelas más próximas en Pico, por ejemplo”. 
“Este año -continuó Claudia- llevamos 10 o 12 alumnos más. Y, aunque no parezca, 26 es mucho, porque es un grado entero. Las aulas son chiquitas, de 7 por 7... el establecimiento tiene 4 aulas y tengo seis cursos”.

Para poder organizarse y brindar la mejor educación a los pequeños, la escuela debió reestructurarse y generar dentro de su edificación divisiones internas que le permitieran conformar nuevos salones. “Donde estaba la antigua secretaría funciona cuarto grado, y quinto grado, que son nueve alumnos, está funcionando donde antes estaba el escenario de la escuela. Lugar que se reestructuró y se cerró con durlock para generar un espacio más de aula”.

-¿Existen proyectos a futuro en cuanto a la expansión edilicia? 

Sí, los hay... Lo que nos dicen es que primero, en cuanto a la matrícula, 25 alumnos tenemos que albergar por curso, esa es la media que usa el ministerio. Lo que sucede es que en esta escuela hay dos aulas que no son aulas, que son espacios que se readaptaron, pero son espacios chiquitos. Por otro lado, esta es una escuela que hasta hace muy poco, 2012 que fue cuando yo inicié acá, aún tenía pluriaño. 
Estaba primero y segundo con una maestra, tercero y cuarto con otra y quinto y sexto con una última. Después se fueron creando los desdoblamientos, se fueron creando cargos... Cuando fue el pasaje al secundario, que tuvo su nueva estructura, las docentes que estaban con cargos en el secundario se quedaron en el primario y esos cargos se crearon para dividir los grados y no tener un pluriaño. Hoy por hoy tenemos una docente en cada grado. 
Pero esto de la matrícula y cómo viene creciendo año a año hace que se necesite más espacio físico. Con la creación del secundario obviamente que al desocupar esos dos espacios que hay, nosotros los podemos reutilizar para la primaria. 

-¿Por qué creés que la gente elige Speluzzi para vivir?, ¿qué los motiva?

La gente se muda por la tranquilidad. Los chicos, por ejemplo, dejan todas las bicicletas tiradas; nosotros, los autos abiertos... Vos das una vuelta y vas a encontrar hasta juguetes en la vereda. Nadie toca nada, es un lugar muy tranquilo. 
Yo creo que la gente busca eso y además suma que estamos a quince kilómetros de Pico. Y esto hace que el pueblo crezca y lo haga en otras cuestiones, por ejemplo, teníamos una posta con una sola enfermera, en su momento, y hoy por hoy tenemos todo un servicio de salud, tenemos una doctora, kinesióloga, odontólogo, hay ambulancia, hay chofer de la ambulancia, hay una administrativa... el cajero automático. Es decir, hay un montón de cuestiones que marcan que el pueblo fue avanzando para mejor. 
Hace unos años atrás, para sacar plata de un cajero tenías que ir a Pico, y con cualquier otro trámite, como a nivel salud, también. 
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La expansión de Speluzzi también se puede ver representada en la cantidad de locales comerciales que se van disponiendo. Sobre este punto, Claudia Resler comentó: “Hace un tiempo atrás no había carnicería, hoy hay dos o tres; no había librería para comprar mapas, y hoy a dos o tres librerías. Y hoy la gente tiene la posibilidad de elegir eso, de decir ‘si acá hay, no voy allá’‘.
“En otro punto, el frigorífico también tiene que ver mucho con eso, porque mucha gente trabaja ahí y prefiere vivir acá. Para el que quiere alquilar es difícil, porque no hay propiedades en alquiler, entonces el que puede hacer una inversión hace la casa, pone una pileta y después de viene”.
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En otro momento de la entrevista, y en cuanto a las bondades que la localidad brinda a sus habitantes, surgió otro dato de gran peso: “Además de la tranquilidad, hay una oferta muy importante de talleres gratuitos a la tarde, patín, básquet, taekwondo... con lo cual los chicos salen a las 3 de la tarde de la escuela y tres y media o cuatro ya arrancan con las actividades de los talleres que son totalmente gratuitos y los brinda la Municipalidad, con profes a cargo, y que beneficia el desarrollo de los chicos... Después vienen las competencias, y que viajan para acá y para allá, y que representaron a Speluzzi en esto o aquello, y eso es algo que antes no nos pasaba como comunidad, y es también muy importante para el crecimiento del pueblo”.

-El ciclo lectivo está en su fase final, ¿cómo fue este regreso a la presencialidad completa?

El año pasado arrancó liviano, todavía en burbujas, los chicos no se juntaban en el recreo... bueno, este año nos encontramos conviviendo todos juntos las siete horas. Fue complejo, tanto para los adultos como para los chicos, para las familias... había muchas cosas que parecía que estaban adquiridas en 2019 y nos encontramos en 2022 con que nos habíamos olvidado y hubo que volver a construirlas. 
Yo creo que el Ministerio muy acertadamente propuso esto de las Jornadas no Convencionales, porque también vio que las escuelas están explotando de conflictos y, de alguna manera, hay que trabajarlos y abordarlos y ponerlos en la mesa y decir bueno, esto se aborda desde este lado... 
Fue muy complejo. Esto de dialogar, de decir ‘yo no estoy enfrentado con vos’, ‘estamos trabajando juntos para que el chico esté mejor’... Cosas que en el 2019 las teníamos re aceitadas, pero que después de la pandemia nos costó.

-Hubo un quiebre importante entonces, ¿cuáles fueron los inconvenientes que más se destacaron?

Los nenes de segundo grado, que es el curso más problemático que nosotros tenemos en este momento, no pasaron por jardín de cinco y casi no pasaron por primero... 
Lo que más se nota es la falta de hábitos. Los chicos al poder. Creo que esto, hoy por hoy, es lo del adulto que dice ‘bueno, hacé como vos quieras. No querés comer en la mesa, no comas’.
Entonces, acá, por ejemplo, en el comedor, nos sentamos, comemos con la boca cerrada, nos organizamos... estas cuestiones, cuando vos las empezás a trabajar en cuanto a hábitos y comportamiento, en cuanto al entendimiento, a la capacidad de diálogo, son todas cosas para una mejora como persona, porque esto te va a ayudar en todos los órdenes de la vida.
Pero, ¿cómo lo resolvían los chicos? Si a vos te gustaba algo y a otro también, uno se levantaba y lo agarraba para él... no importaba si a vos te gustaba. Esas cosas han pasado muchísimo, y creo que esto de “los niños al poder” se ve muchísimo. 
Manejan mucho tipo de información, sin filtro, y se han dado varios conflictos en el aula en cuanto este tema, y no está bien. Por eso tenemos que acompañar a la familia y asesorarla en cuanto a estas cosas.

El aniversario y las proyecciones para el año venidero

En cuanto a las proyecciones que posee es establecimiento primario, su directora dejó en claro que desea “continuar con los talleres que tenemos, como ‘Pequeños experimentadores’, que lo hacen con Ciencias, una propuesta de una vez por semana; canto, que tienen de primero a sexto, e inglés, igual, donde articulan el idioma extranjero y ves a los de sexto que ya traducen y hablan como si nada; danzas...”. 
“Nosotros como proyección tenemos seguir trabajando, sobre todo con apoyo a la inclusión porque tenemos varios niños con propuesta diversificada y distintas patologías. Está solicitado un cargo de maestra de apoyo, para cubrir el espacio, tenemos el programa de Vértice educativo, que articula con las familias y este año se consiguió una educadora para el secundario... también tenemos el invernadero, que es compartido con la secundaria, que viene un señor y nos comparte plantines”. 
En referencia a este nuevo aniversario de la localidad Claudia Resler no dudó al dejar escapar su emoción: “Yo con Speluzzi tengo algo especial. Mi vida está muy ligada a Speluzzi”, afirmó, “yo tengo mi corazón acá. Mucha parte de mi historia está acá. Incluida la vida de mis hijos”. 
Con respecto a los habitantes de la localidad cumpleañera dijo: “La verdad es que la comunidad siempre está dispuesta, que participa, que se suma a las propuestas, que siente a la escuela como propia”, confesó en medio de algunas anécdotas personales. 
 

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