DOMINGO 03 de Noviembre de 2024
 
 
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La controversia Milei - Villaruel

Se venía evidenciando, desde hace varios meses, que las relaciones entre los integrantes de la fórmula presidencial, Javier Milei y la vice presidenta Victoria Villaruel, no pasaba por su mejor momento.

Los roces fueron varios y rápidamente disimulados, aunque el terreno por el cual transitan está plagado de malos entendidos, marcando claramente que se está produciendo una ruptura, que por ahora, serían remezones que sacuden el escenario libertario, pero podrían agudizarse con el correr de los acontecimientos.

Diversas fuentes consignaban que Victoria Villaruel, presidenta del Senado de la Nación, está abocada a generar una fuerza propia dentro del liberalismo mileista con miras a lograr otros objetivos, ante la posibilidad que, varias veces se ha manejado; el gobierno de Javier Milei, no logre estabilizar socialmente al país.

A la memoria se nos viene la situación que protagonizaron en similares circunstancias, el entonces presidente de los argentinos, Fernando de la Rúa y su vice Carlos ‘Chacho’ Alvarez.

Los primeros escarceos fueron desinteligencias en los procederes, que el entonces presidente del Senado, cuestionaba y pretendía que se ajustara a un funcionamiento más serio, entendiendo que los yerros del titular del Ejecutivo, ponían en crisis toda la estructura gubernamental.

Cabe recordar cómo y que circunstancias llegaron a conjugar la fórmula presidencial. La vida política de Carlos Alvarez tomó notoriedad pública cuando tras los indultos a los jefes militares otorgados por Carlos Saúl Menem en 1989, se alejó del Partido Justicialista junto al denominado Grupo de los 8, para terminar formando en 1993 el Frente Grande. El Frente Grande ganó notoriedad como partido opositor luego de que la imagen de la Unión Cívica Radical se viera afectada por el Pacto de Olivos.

De esta manera no muy armónica, llegan dos ‘perdedores’ a constituirse en la fórmula presidencial. Antagónicas posiciones ideológicas, unidas solo por la conveniencia de poder competir con alguna posibilidad.

El resultado estaba cantado y el fracaso era un suceso inevitable. Hoy Javier Milei, apeló para completar la fórmula a una profesional, que tenía actuación conocida a través de la defensa irrestricta de las fuerzas militares, donde su padre tenía un alto rango. Se mostraba notoriamente de extrema derecha.

Victoria Villaruel, de bajo perfil, acciona en el Senado de la Nación, no siempre coincidiendo con las medidas arbitradas por el presidente y su equipo, fundamentalmente no compartiendo el poder que ejerce la hermana de Milei, Karina, quién junto a Santiago Caputo, el asesor estrella, tienen un absoluto dominio del staff gubernamental.

Las diferencias se han ido planteando y los desaires entre ambos han sido- en los últimos tiempos- continuos. La reciente determinación de Victoria Villaruel de acceder al pedido de la oposición a una sesión, que se realizó ayer y poner en tratamiento el DNU, desencadenó un furibundo ataque de los trolls de Javier Milei, que llegaron a decir: “Habría que colgarla en Plaza de Mayo”.

La situación alcanzó a ser muy tensa, cuando el propio Javier Milei en un mensaje, critica la decisión de la titular del Senado, atento a que es posible que el DNU, tras escuchar a los senadores que fijan sus posiciones, no sea aprobado, con lo cual sería un derrota muy severa para el gobierno y su plan económico.

Nada está dicho ni se han dado por terminadas las diferencias. Villaruel, que ha demostrado ser hábil estratega, mantuvo- reglamentariamente- en el orden del día que acuerdan los jefes de bloque, la sesión que se realizó ayer. Las heridas se profundizan y auguran más confrontación.

Estos episodios vuelven a señalar que los cimientos que sostienen el esquema que procura el presidente liberal-anarcocapitalista Javier Milei, no tienen la firmeza que debería. Todo el andamiaje político se sostiene única y exclusivamente del fundador de LLA y, naturalmente eso no es suficiente.

Ausencia de estructura propia, gran parte prestada por otras fuerzas políticas, surgidas del paradigma que orienta las acciones libertarias que se eligen los mejores, no importa de donde surjan. El grave inconveniente que tiene la actitud asumida, es que al no compartir, negociar, acordar, convenir, el poder en solitario de Javier Milei, amenaza con comenzar a diluirse.

Las estrategias del primer mandatario vienen sosteniendo un poder autoritario-único, con un muy reducido respaldo su hermana Karina Milei y Santiago Caputo. El resto, son obedientes colaboradores que gestionan pero condicionados a la aceptación o no del presidente.

Las disidencias internas generarán, no hay duda alguna, quebrantos que a esta altura de los acontecimientos y cuando están en marcha, la base de sustentación del cambio que pretende Milei, determinarán un frente desfavorable que puede conspirar con sus planes.

Javier Milei, tiene hoy, chances basadas en la pasiva respuesta de la sociedad que lo alentó para que ocupe la presidencia y que mantiene confianza en los procederes, que aunque duros, sostienen la promesa de que mejorarán la situación del país.

Esto tiene un plazo que está centrado en la pérdida de confianza. Cuando esto comience a suceder, la figura del libertario perderá respaldo y su soledad será de una magnitud que le dificultará gobernar.

Las actitudes presidenciales señalan que mantendrá la postura, donde prima la intransigencia y el poder omnímodo, metas que se muestran inalcanzables y que promueven muchas diferencias.

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