SÁBADO 13 de Diciembre de 2025
 
 
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Incontinencia verbal

Es una contingencia que significa hablar en exceso sin tener un cien por ciento de control total desde el punto de vista de la atención en su discurso. Este problema se da con inusual frecuencia en la clase política que plantea una estrategia tendiente a convencer a un electorado de cualquier manera.

Este aspecto está perfectamente reflejado en un refrán de los tantos que son propios de la idiosincrasia argentina y que tienen mucho que ver con aspectos que hacen al comportamiento humano, no siempre inteligente, prudente y sensato.

Decía un conocido periodista y escritor en una nota reflejada en la agencia de noticias Télam que: ‘Así como los peces son cazados cuando muerden el anzuelo con su boca y mueren, también los humanos somos esclavos de nuestras palabras si hablamos más de la cuenta. No morimos literalmente, pero qué lástima no haber callado a tiempo...’ .

En el sentido que se pronuncia popularmente este dicho se quiere dejar sentado que el refrán enseña que quien habla más de lo necesario se delata o se mete en problemas a causa de su indiscreción. Por ello, se puede usar como una advertencia o se puede usar para sentenciar el resultado de una imprudencia cometida por un imprudente.

Esta situación, que incomoda y genera la reacción natural de los que se sienten afectados, es la que estamos observando porque algunos políticos pretenden sorprender a la sociedad, con agudas definiciones sobre distintos aspectos que -según su leal saber y entender- deben corregirse para ir solucionando problemas que hoy presenta el país, en áreas como economía, educación, sectores marginados de la ciudadanía, estructura del Estado su reformulación y objetan a las provincias, cometiendo el grueso error de olvidarse la independencia de los Estados Federales.

Creemos que es realmente un serio problema que no debe ser pasado por alto. Los recientes yerros cometidos por la candidata del PRO Patricia Bullrich, sobre temas muy sensibles a la comunidad, han sido generadores de réplicas inmediatas de sectores que refutaron sus expresiones.

Si bien es hoy figura entre los candidatos más atractivos para las PASO y con eso abre perspectivas para las generales presidenciales de octubre, cometidas las interpretaciones erróneas, rápidamente sale a pedir disculpas y a encontrar argumentaciones que procuren explicar lo inexplicable.

Durante su intervención en el XVI Foro Atlántico, en el que habló sobre las universidades argentinas, Patricia Bullrich realizó un análisis de los ¿por qué? que se encuentran explicando la situación educativa por la que atraviesa la Argentina.

En el marco de esas consideraciones dijo: ‘La Argentina genera una educación que es una educación totalmente ideologizada. Enseñan en la primaria, en la secundaria, el modelo, como sucedió en la década del cuarenta, en la década del cincuenta, es el modelo de la Patria sometida al imperialismo norteamericano al separarse de nuestras raíces de España. Es decir, nuestra idea de desconocer nuestra historia. Nuestra historia está construida en base a un modelo ideológico de que nosotros estamos así porque nos hicieron ser así: porque los españoles, porque los americanos, porque el 12 de Octubre no se festeja más en la Argentina’.

No lo entendimos, más allá que pretendimos hacerlo tras leerlo reiteradas veces, y algo parecido le ocurrió a conocidos profesionales que en líneas generales manifestaron que malinterpretó los lineamientos de su exposición. Según el periodista y psicólogo Ernesto Tenembaum: ‘Ese segundo párrafo tiene varios problemas. El primero es que cuesta mucho entender lo que quiere decir: cómo salta de lo que se enseñaba en la década del 40 al 12 de octubre es una incógnita; o de qué manera llega a la reivindicación de las raíces españolas. Tal vez haya querido explicar que la educación argentina adoctrina a los alumnos para que sean de izquierda o antiimperialistas’.

Ahí nos sentimos más tranquilos. Si profesionales como Tenembaum, psicólogo y reconocido analista político, no logra entenderlo, mucho menos nosotros y ni qué hablar del resto de la ciudadanía.

Recientemente en el foro organizado por la Fundación Internacional para la Libertad, continúa generando repercusiones por el contenido de sus afirmaciones. En un pasaje del intercambio con Álvaro Vargas Llosa, uno de los moderadores, expresó que: ‘En 13 de las 23 provincias argentinas no se puede votar en libertad‘ debido a que a los empleados públicos les controlan el voto’. Una aseveración temeraria ante la imposibilidad de comprobarla.

De esta manera se materializa la realidad de que ‘en boca cerrada no entran moscas’ o más claramente que nosotros los humanos, somos esclavos de nuestras palabras y debemos resignar egos y ambiciones personales, que nos hacen pensar que por decir cualquier cosa, estamos por sobre el resto de los ciudadanos.

No sabemos quiénes asesoran a la ‘rebelde’ política del PRO, pero algo es cierto e indiscutible, no lo hacen demasiado bien dado que, no se sabe cuánto hay de declaraciones efectistas y cuánto de seriedad en su proyecto de Gobierno, cuando las cosas que dice pierden toda conexión lógica.

La pregunta es ¿si esta acometida resulta beneficiosa o la perjudica? La rebeldía tiene límites y muchos riesgos.

En algunos días podrá apreciarse en las urnas.

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