Pasó un año y medio desde que Marcelo Gallardo se despidió de su “historia hermosísima” con River. Sus últimas experiencias dicen que nunca está más de un lustro alejado del club de su vida. Y está vez también se cumplió. Tras el despido de Martín Demichelis, el Muñeco volverá a ser el entrenador del Millonario y se pondrá al mando del plantel a partir del próximo lunes, con miras al partido ante Huracán.
A pesar de que el exdefensor había expresado que se sentía con fuerzas para continuar en el cargo y dar vuelta el panorama, la dirigencia decidió rescindir su contrato por considerar la situación irreversible. El enojo de los hinchas, sumados a los malos rendimientos y resultados -acumuló cuatro puntos de 12 en la Liga Profesional y perdió con rivales de mucha menor jerarquía-, erosionaron la continuidad de Demichelis y la dejaron sin efecto durante la tarde del sábado.
Mientras la gente se iba el pasado domingo del Monumental embanderada en el grito de guerra “Muñeco, Muñeco”, Gallardo decidía adelantar su viaje de regreso de Mendoza luego de estar presente en el partido entre Independiente Rivadavia e Independiente de Avellaneda para alentar a su hijo Nahuel. Tenía pautada su vuelta para el martes, pero la movió al lunes por la mañana con el fin de reunirse lo antes posible con la cúpula dirigencial.
El lunes cenó con Jorge Brito, quien le ofreció el cargo y escuchó sus peticiones. Después de algunas reuniones presenciales y telefónicas más, ayer se confirmó que regresará al club para tener un segundo paso luego de un primer ciclo exitosísimo, en el que se convirtió en el entrenador más ganador de la historia del Millonario con 14 títulos.
Se ganó la idolatría perpetua de los hinchas al vencer a Boca en la final de la Libertadores 2018 en Madrid, evento que le valió una estatua de bronce en Avenida Figueroa Alcorta al 7597, muy cercana a la de Ángel Amadeo Labruna. Se había marchado en diciembre del 2022 con 424 encuentros en el lomo, de los cuales se llevó 232, empató 101 y perdió 91. El paso siguiente será la presentación oficial, pautada para el lunes que viene en el Monumental. El martes tomará las riendas del entrenamiento matutino y analizará los rendimientos individuales para analizar si pedirá algún refuerzo. El contrato está rubricado hasta diciembre del 2025, cuando finaliza el mandato del actual presidente.
De esta forma, el interinato de Marcelo Escudero, el entrenador de la Reserva y quien se hizo cargo del plantel en la semana, durará un solo partido: el domingo contra Unión en Santa Fe. Gallardo se pondrá a trabajar a partir del lunes próximo con la mira puesta en el cotejo ante Huracán, en el marco de la décima fecha de la LPF. Ese compromiso marcará el retorno oficial de uno de los máximos ídolos de la institución.
Una vez que deje en el camino al Globo, River tendrá el primer duelo de la serie contra Talleres, por los octavos de final de la Libertadores. Con las ilusiones y la energía renovadas, Gallardo buscará eliminar a la T y enderezar el sendero rumbo a su tercer campeonato continental como DT del club de sus amores.
Los ayudantes de campo serán Matías Biscay y Hernán Buján, parte importante de los 14 títulos que Gallardo consiguió en su primera etapa. De hecho, el primero de ellos tuvo que dirigir las dos finales de Libertadores -2015 y 2018- que levantó el DT. Frente a Tigres debió cumplir una suspensión obtenida en el partido de ida en México, mientras que contra Boca no pudo asistir a ninguno de los dos cotejos por haberse metido al vestuario en la semifinal ante Gremio, en Porto Alegre, cuando tenía una sanción vigente de la Conmebol.
La cuestión física estará manejada por hombres que también son de su confianza y que han trabajado a la par. Por eso, el pampeano Pablo Dolce estará a cargo de la preparación del plantel. Otro que pegará la vuelta será Jorge Bombicino, kinesiólogo que no había viajado con él para acoplarse al equipo de trabajo de Al-Ittihad de Arabia Saudita por cuestiones laborales.
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