Noem es quien encabeza la lucha contra los inmigrantes irregulares en su país y está a cargo de la detección y deportación de los mismos, que es uno de los principales pilares de la gestión Trump y es ejecutado por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza. Según trascendió, Noem estará en Argentina hasta el martes 29.
No solo se reunirá con Milei, a quien conoció cuando el Presidente viajó a recibir un premio en Mar-a-Lago, sino que también lo hará con Patricia Bullrich, quien tenía planeado ir este año a verla a Estados Unidos, pero debió cancelar su plan por la muerte del Papa Francisco y el viaje de la comitiva presidencial para despedir al Pontífice en El Vaticano.
La ministra argentina intentará ponerse al tanto de los detalles de las distintas políticas implementadas por su par estadounidense, sobre todo en lo que tiene que ver con los controles fronterizos, preocupación que comparten ambas administraciones.
En sus redes sociales, la funcionaria Noem destaca de manera constante su lucha contra la inmigración ilegal. En su cuenta de X tiene fijada una publicación de mediados de febrero de este año en la que anuncia “una campaña publicitaria multimillonaria a nivel nacional e internacional que advierte a los inmigrantes indocumentados” para que abandonen su país de inmediato, “o se enfrentarán a la deportación y la imposibilidad de regresar a Estados Unidos”.
“Esto sirve como una fuerte advertencia a los inmigrantes indocumentados criminales para que no vengan a Estados Unidos. Si lo hacen, serán perseguidos y deportados. Gracias, Donald Trump, por asegurar nuestra frontera y poner a Estados Unidos primero”, concluye aquel mensaje de la responsable de la seguridad interior del gigante norteamericano.
Este año, Argentina recibió las visitas de varios funcionarios del gobierno de Donald Trump. En abril, estuvieron en estas tierras el secretario del Tesoro, Scott Bessent, y el jefe del Comando Sur de los Estados Unidos (SOUTHCOM), Alvin Holsey. Al mes siguiente, arribó también el secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr.
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