Las fuertes declaraciones luego del empate contra Racing, en la que reclamó los premios, le pusieron suspenso a su continuidad. Pero ni el más pesimista de los hinchas del Ferroviario se imaginaba un proyecto deportivo sin De Felippe, un entrenador que en sus dos etapas dejó su marca.

En 2023, con una sólida campaña en la Copa de la Liga, mantuvo la categoría y quedó a un punto de meterse en los cuartos de final. Pero las 19 unidades en 14 fechas no fueron suficientes para que desde la Comisión Directiva pensaran en una continuidad del proyecto deportivo. Las apuestas por Abel Balbo y el colombiano Lucas González Vélez no tuvieron los resultados esperados y se vieron en la necesidad de volver a llamar a Don Omar. 

En julio del 2024 comenzaba su segundo ciclo, con las urgencias típicas: sumar para asegurar la permanencia en la categoría. A los días de haber asumido, le tocó dirigir contra Riestra, una derrota que marcó un antes y un después.

A la siguiente fecha, contra Defensa y Justicia, cortaba una racha de 8 partidos sin ganar y comenzaba a escribir los primeros párrafos de una loca historia en la que llegó a 13 encuentros sin caer, la mejor marca en la institución santiagueña, con siete victorias y seis empates.

El buen momento lo coronó con el primer título nacional: la Copa Argentina. Ese trofeo le abrió las puertas del continente para su debut internacional. Compartir grupo con equipos que supieron disfrutar de la Gloria Eterna pintaba un panorama complicado, pero no imposible.

Los 11 puntos, con Maracanazo Santiagueño incluido, lo pusieron a la altura de las grandes potencias, aunque quedó afuera de los octavos por diferencia de gol. 

Los penales contra Lanús marcaron la eliminación de la Sudamericana, enfocándose en un solo frente: el Clausura. Una racha de 7 partidos sin perder lo metió en los cuartos de final, asegurando localía en el Madres de Ciudades. Pero en el camino se cruzó con Estudiantes y lo eliminó de las llaves de playoffs. Ese resultado golpeó fuerte en el Oeste. Pero mucho más dolía la posibilidad de una despedida. Desde hace un tiempo se había instalado la posibilidad de no continuar, lo que nadie se esperaba es que se hiciera realidad, poniéndole un punto final a uno de los capítulos más exitosos de la historia ferroviaria. 

Pusineri, el nombre para la sucesión

La vara quedó alta. Un Central Córdoba que dejó de pensar en permanencias y comenzó a animarse a dar pelea. Comenzaron las reuniones para definir el futuro cuerpo técnico y una de las posibilidades que comienza a sonar es la de Lucas Pusineri, quien en julio del 2024 también fue una alternativa que se barajó. Sus antecedentes inmediatos marcan una regular temporada con Atlético Tucumán, del que se alejó del cargo estando entre los ocho clasificados. Eso lo llevó a ser uno de los proyectos apuntados para la sucesión.