A lo largo de nuestra existencia hemos observado a diversos políticos cuyas acciones tenían un correlato que, analizado, dejaba en evidencia que medía con antelación a la acción cual podría ser la reacción y basado en este factor programaba sus estrategias, que siempre miraban mucho más lejos que aquello que realiza la ciudadanía en general y la clase política en particular.
Es una construcción de su propia realidad que lo coloca siempre un paso adelante del común de la comunidad. Es una estructura que la consideran desde los cimientos, previa preparación del suelo y desde esa posición comienzan a edificar el edificio del poder, que ya tiene en mente, transitando por dos senderos simultáneos: uno que plantea frontalmente que pretende y otra -que marca la diferencia- como actuar si no puede materializar su proyecto inicial.
En definitiva el propósito es -siempre- ganar. Estar un paso adelante.
Si una se detiene a procurar entender al presidente libertario, con expresiones liberales, atado al funcionamiento anarcocapitalista, no dejando de lado tener presente -dadas las circunstancias- a Robespierre como “mentor” de saber como luchar contra el antagonismo político-ideológico.
Maximilien Robespierre ex Miembro de la Asamblea Nacional Francesa, uno de los más prominentes líderes de la Revolución francesa alcanzó el pináculo del poder, pero hubo dos aspectos que señala la historia, causaron su estrepitosa caída y muerte, estas fueron la Fiesta del Ser Supremo, que dio a muchos la percepción de que Robespierre aspiraba a la dictadura, y la Ley de Pradial del año II, que hizo que los poderosos líderes revolucionarios “temieran por sus propias vidas”.
Muchos de los actos de Javier Milei tienen sustento en figuras que muestra la historia, trascendieron en el tiempo por su forma de pensar y actuar y hoy parecen verse reflejadas en algunas de las actitudes que asume el presidente argentino. Lo mismo sucede con quienes lo inspiran ideológicamente y sobre cuyos cimientos esta procurando generar un cambio.
Por caso Murray Newton Rothbard, “considerado el padre del término anarcocapitalismo que fue acuñado a mediados de la década de 1950 por el economista y filósofo político estadounidense”. Otras definiciones usadas por esta filosofía son: capitalismo antiestatal, mercado antiestatal, que revelarían con mayor claridad hacia donde apunta la gestión del presiente libertario.
El camino trazado por el fundador de La Libertad Avanza, hoy esta enfrentado a numerosos puntos de conflicto, fundamentalmente socio-económico, indicando que muchos han llegado a un grado de deterioro que resultará extremadamente dañados y sin posibilidades de recuperación.
Los analistas y cuerpos interdisciplinarios que estudian el comportamiento de la sociedad en todos sus sectores, aseguran que existen tres generaciones frustradas y que se apunta a incorporar una cuarta de no revertirse a tiempo el proceso de decadencia que se percibe.
Las estrategias adoptadas por el titular del Poder Ejecutivo no permiten visualizar una recomposición social que aliente un futuro de crecimiento y transformación. Por el contrario todo indica que a Javier Milei, solo le importa su poder y legitimarlo a cualquier costo.
Sus errores son cada vez más visibles y sus yerros causan daños irreparables. La reciente denuncia periodística sobre el plagio comprobado de su discurso ante los integrantes de la ONU, que sindica como copartícipe del mismo a su asesor Santiago Caputo, muestra una degradación que raya en la inmoralidad.
Un presidente que se dice “el mejor de la historia Argentina”, no debería haber puesto en la picota del mundo la legitimidad de la ciudadanía argentina, cometiendo un desliz, no el primero, pero si el de mayor gravitación, afectando a la credibilidad de toda una Nación.
Un plagio es un fraude y no es nuestra obligación buscar responsables, cuando quién lo comete es el primer mandatario del país. Un periodista conocido de un medio capitalino, aconsejaba “cuiden al presidente”, pretendiendo, eso supone el reclamo, alejarlo de la responsabilidad que le cabe.
Ya que es tan proclive a recabar en la historia experiencias para desarrollar sus políticas, sería importante tener en cuenta cuales fueron los finales de esos personajes que no reparaban hacerse dueños de la historia por mantener y ampliar su poder.
El poder se desvanece ante una categórica realidad y el presidente Milei, no lo esta viendo.
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