Las actitudes del presidente argentino siembran tremendas dudas cuando analizamos en dónde estamos ubicados. Sabemos que tratamos de ser nuevamente un país emergente y eso tiene un precio que depende de las relaciones diplomáticas y el tacto que se tenga para establecer los nexos que nos permitan incorporarnos a planos de crecimiento y futuro.
Ya antes de desembarcar en los EE.UU, para asistir a la reunión de la ONU y otros encuentros previstos en la agenda presidencial, comenzamos a mostrar la “hilacha”.
La secretaria General de la Presidencia, volvió a mostrar su poder y resolvió que el embajador argentino ante las Naciones Unidas, Ricardo Lagorio, no pueda ingresar a la Asamblea del organismo ante el que fue designado, cuando hable el presidente Milei.
Un escándalo diplomático que plantea una enorme pelea interna en la estructura gubernamental argentina, en la que Karina Milei alcanza el poder omnímodo de sacar, poner, mover a cualquier funcionario que se la cruce.
En este caso no tuvo empacho alguno en que trascendieran sus dichos cuando dio la orden: “Ese nabo impostado y grandilocuente no se sienta al lado del Presidente”. También un fuerte revés -otro más- para la canciller Diana Mondino, que por otra parte ya la habían “ninguneado” y tuvo su propia humillación cuando la bajaron del vuelo privado de los Milei y su comitiva, y la hicieron viajar a Nueva York en vuelo de línea.
La otra actitud presidencial cuestionada, antes de hablar tal como estaba previsto, Milei rechazó su agenda global para los próximos 20 años.
La canciller Mondino anunció que Argentina se “disocia” del “Pacto del Futuro”, una iniciativa de desarrollo sustentable, innovación y reforma de la arquitectura multilateral que ha causado más de una discusión política en el foro mundial.
Esperar era la actitud que indica la prudencia, y profundizar en un tema tan delicado en que se está jugando el eje del poder en un mundo donde las grandes potencias tratan de posicionarse ante el proyecto de futuro y crecimiento, que todos ellos pretenden liderar.
Existe un marcado temor en los sectores políticos y empresarios argentinos, que tienen alguna relación con las obras que tiene emprendidas el gobierno chino en nuestro país, ante lo trascendido generado por el asesor personal del presidente Santiago Caputo, que habría señalado que el presidente Milei podría retomar sus críticas al comunismo en su primer discurso ante la Asamblea de la ONU.
Esta posibilidad puso la relación con el gigante asiático al borde del colapso, dado que la paciencia del régimen comunista con Milei está cerca de agotarse y en las últimas horas el gigante asiático se encargó de mandar una señal: filtró un ultimátum al gobierno por la obra de las represas de Santa Cruz. Si durante octubre la administración libertaria no firma la Adenda XII, documento clave para el avance de esas obras, la empresa dejará el país.
El tema es de extrema gravedad, adelantan diferentes sectores empresarios argentinos, dado que son numerosas e importantes las obras emprendidas por China en Argentina, haciendo notar que todas las empresas responden a las determinaciones del gobierno de Xi Jimping, dado que China es un país comunista donde todas las empresas funcionan bajo el control último del Estado. “Si China se va de las represas se van de todos lados”.
Hoy Javier Milei tendrá la oportunidad en la ONU de expresar su pensamiento anarcocapitalista-liberal y dejar los lineamientos del futuro accionar del gobierno argentino ante los proyectos de crecimiento y futuro que comparten los principales países del mundo, más allá de las diferencias ideológicas que naturalmente tienen.
Ya marcó el rumbo que tendrán sus palabras en la Bolsa de Nueva York, en donde tras cumplir con el rito de tocar la campana que marca el inicio de las cotizaciones, expresó con claridad: “No estoy dispuesto a sacrificar el déficit fiscal”.
Entre otros conceptos de su discurso, sobre el final festejó: ‘‘Radicalizamos el corte de la emisión monetaria. Y ahora la inflación mayorista es del 2,1% mensual”. “Por eso Caputo va a ser recordado como el mejor ministro de economía de la historia (...) Vamos a domar la inflación, eso está en marcha”, finalizando con: “El cepo lo vamos a liberar cuando la tasa de inflación que tiene el programa macroeconómico sea cero”.
Estos serán sin lugar a dudas conceptos que también estarán en su discurso en la ONU, además de plantear las bases de su prédica liberal y manifestarse como un líder conductor que orienta al primer mundo en línea con su pensamiento.
Mientras esto ocurre en el país del norte, acá se sigue debatiendo a nivel legislativo qué pasará con el presupuesto universitario, si habrá o no veto. Todo dependerá de la decisión que tome el presidente a su regreso del periplo estadounidense.
Esta semana se espera agitada: paro de transporte y financiamiento universitario. Un país en ebullición aguarda el regreso del presidente Milei.
Escriba su comentario