SÁBADO 27 de Abril de 2024
 
 
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Especialista en abrir frentes

El presidente de la Nación Javier Milei tiene, entre muchas otras “habilidades”, la de poder todos los días abrir frentes nuevos contra los cuales plantear diferencias y crear un clima de animosidad permanente.

Los elabora durante la noche, durante el “desvelo”, y en la mañana, a través de sus ministros y o colaboradores más estrechos, los pone en un nuevo escenario.

El día miércoles fueron dos sucesos que alertaron y alteraron a dos sectores de la sociedad, uno el judicial el otro el educativo.

En torno al primero fue un inopinado anuncio, el envío al Congreso del proyecto de nombramiento de los dos posibles candidatos a la Corte Suprema de Justicia, en reemplazo del lugar que ocupaba hasta que se acogió a los beneficios de la jubilación Elena Highton de Nolasco y que se producirá cuando el actual ministro Juan Carlos Maqueda deje, en diciembre, al acogerse al retiro jubilatorio.

Los nombres propuestos, más allá que se suponen deberán ser aprobados por la mayoría especial del Senado de la Nación, provocaron reacciones en diversos ámbitos, fundamentalmente aquellos relacionados con la Defensa de los Derechos de Género, en tanto se entienden no se respetan los derechos de la mujer según lo estipulan y acuerdan la Convención sobre Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (Cedaw), que “garantiza la igualdad en el acceso a los cargos”, que en este caso no se han ignorado.

A los distintos ámbitos donde la mujer ha comenzado a expresarse, basada en los tratados internacionales a los cuales la Argentina se ha adherido. Las voces se han alzado y se están escuchando a miembros de distintos ámbitos de la Justicia Nacional y provincial que sostienen, como lo hizo el presidente del Superior Tribunal de Justicia de La Pampa, José Sappa, que la incorporación propuesta por Javier Milei de dos varones para reemplazar a una mujer en la Corte Suprema de Justicia “incumple la Constitución”.

Es claramente un nuevo ámbito confrontativo que eligió el presidente libertario, que naturalmente traerá aparejadas una serie de circunstancias colaterales, en tanto muestra claramente que el titular del ejecutivo a hecho caso omiso de normativas internacionales que bregan por lograr la igualdad funcional entre el hombre y la mujer, situación no lograda hasta el presente, pero que infiere una lucha constante del género que ha logrado avances notorios en todo el mundo.

No se terminaron y creemos que va para largo el tema con la Justicia y ya surgió otro cuando, Javier Milei, acuerda y legaliza a través de un decreto comenzar a financiar la educación privada en detrimento del perjuicio que ha provocado el desfinanciamiento de la educación pública.

Un suceso inentendible desde el sector que disiente con muchas de las acciones que emprende el líder libertario y que encuentra eco en quienes lo rodean, generándose un frente de batalla que, en esta oportunidad, comprende a toda la sociedad y no sólo a determinados sectores.

Pero estas situaciones se suman a otras controversias que señalan una clara intencionalidad de mantener abiertos diferentes terrenos de conflicto, como una manera de estar siempre presente y activo, no sólo en los medios tradicionales sino en lo que es su manera de comunicarse: las redes sociales, donde cohabita con los trolls que arman verdaderas batallas de una agresividad extrema dado que, los ámbitos desde donde las materializan, se los permite.

Se siguen produciendo los ajustes, en una economía que es difícil saber hasta cuándo resistirá los embates, entendiendo que los quebrantos alcanzan a una gran parte de la ciudadanía, algunos con mayor incidencia en su vida familiar, pero todos viendo que los recursos que disponen están en clara desventaja con la realidad de los precios del mercado.

Llama la atención que -más allá- de los esfuerzos que realizan sus colaboradores -negociadores- Javier Milei no cierra ninguno, por el contrario, los agudiza y aumenta.

Enfrentado con los científicos que perciben cómo se desmorona el CONICET, la puja con un determinado número de gobernadores que persiste y por momentos parece agravarse; los planteos a nivel laboral por la instrumentación del retiro de financiamiento de la obra pública, que ha generado aumento del desempleo; los recortes a educación, obras sociales; los cruces con el gremialismo; con los sectores sociales, siguen sumando a quienes opinan diferente.

Ahora cargó contra la con formación del órgano máximo de la justicia Argentina, la Corte Suprema. Se mantienen las rispideces internas con la vicepresidenta, Victoria Villarruel, entre otros, y constituyen algunos de los muchos frentes que tiene abierto el presidente y su círculo rojo, sin dejar de tener en cuenta las purgas de funcionarios que para el libertario y su “Jefe”, Karina Milei, no funcionan. Un panorama que aparece desolador.

Es difícil gobernar y procurar una transformación como la que se propone el presidente y sus colaboradores más cercanos en un campo de batalla, donde los heridos se cuentan por miles y las reacciones son esperables atento al dicho: “Ganar una batalla, no es definitivamente acabar con la guerra”.

Todavía correrá mucha agua debajo del puente.

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