VIERNES 07 de Febrero de 2025
 
 
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Escuchar a los que saben...

Es una metodología que aleja de los errores a quienes tienen que tomar determinadas decisiones ya sea laborales, empresarias, administrativas, científicas, o de cualquier orden que fuere. Lo importante es tener conciencia que nadie tiene la virtud especial de saber todo y no equivocarse.

Esta reflexión surge cuando se escucha a profesionales formados en la multiplicidad de ciencias que hoy se estudian en las universidades del país y se perfeccionan en distintas partes del mundo que, analizando determinadas medidas políticas, se asombran y muestran una enorme incredulidad que no les permite aceptar que pueda ser realidad. Aunque lamentablemente es la herramienta del poder mal utilizada.

En una reciente nota realizada por el medio radial Radio Noticias de Santa Rosa, el Dr. Mario Kohan, Ministro de Salud de la provincia de La Pampa, señaló estar realmente sorprendido que se analice en Argentina, seguirle los pasos al presidente norteamericano Donald Trump en lo que se refiere a irse de la OMS.

Al respecto indicó: ‘‘Yo estoy leyendo hoy que Argentina está analizando irse de la OMS. Trump ya lo hizo. Yo lo que me pregunto es si saben de qué están hablando”. Perplejidad para un profesional de larga y proficua trayectoria en el campo de la medicina que no logra entender una medida de esta naturaleza.

Es entendible, porque la ciudadanía en general lee, mira o escucha y no alcanza a comprender el daño que produce alejarse de organizaciones mundiales que son rectoras en lo que se refiere al manejo de la salud mundial. Es comprensible que algunos “fanatizados” ven con buenos ojos medidas políticas que trata de emular el presidente libertario Javier Milei para enrolarse entre los seis líderes del liberalismo que sostiene vienen a cambiar el mundo en el que vivimos.

En la citada nota, el Dr.Kohan reflexiona: “Es como irnos de la Organización Panamericana de la Salud, que es el lugar donde los países pueden comprar las vacunas a precios realmente acomodados. Hay un entramado importantísimo de organismos que participan en la OMS o en la OPS, entonces decir alegremente que analizan irse de ahí... Me parece una locura. La OMS es la rectora del mundo en materia de Salud”.

Una situación similar se plantea con otras determinaciones que, respondiendo a la iniciativa de sus mentores, está realizando el libertario, sin tener en cuenta las cuestiones que son materia inherente a lo científico, tecnológico, entre otras materias que requieren una formación adecuada y que debería ser objeto del análisis de los cuerpos interdisciplinarios para tener certeza que estamos bien encaminados.

Lamentablemente esa actitud no es la que piensa seguir Javier Milei, mostrando que eso también es parte de demostrar un poder único, no compartible, más allá de que constituyan gruesos errores, que en otras naciones del primer mundo, mejor dotadas que un país emergente como Argentina, pueden o lo tienen resuelto por poseer organismos que reemplazan o los desechan por considerarlos inadecuados. Pero no creemos que ese sea el caso de Argentina hoy.

Es, para este país, una verdadera osadía pretender, imitar, las actitudes del presidente Donald Trump, aunque la realidad nos indica que sigue por ese camino. Como fiel alumno pretender hacer lo mismo que el maestro, sin tener en cuenta que Norteamérica no es una utopía, es uno de los países más poderosos del orbe y Argentina es un emergente al que le cuesta mantenerse en esa categoría.

Estos cambios tienen una notoria incidencia en la conformación institucional de este país, situación que no es ni parecida en las grandes potencias.

El presidente norteamericano sostuvo : “...Nosotros no necesitamos a Latinoamérica, ellos son los que nos necesitan”. En ese pensamiento, más allá de las sonrisas, palmaditas y señalar que el presidente Milei le cae bien, nos marcó claramente nuestros límites. El no advertirlo es un grueso error de ubicación que podría causarnos -a futuro- serios inconvenientes.

Para el país del norte la fortaleza está en manejar acuerdos con los poderosos de Asia, Europa, entre otros, para establecer el eje sobre el cual debe girar el resto del mundo. En razón de ello, Trump está generando las reuniones con los líderes de China, Rusia, busca acordar con India, establecer buenas relaciones con el Reino Unido, persiguiendo un claro objetivo: un frente dominador, negociado donde el poder se reparta evitando cuestiones de beligerancia que alteren los acuerdos a los que se llegue.

Según expresiones del verborrágico presidente norteamericano: “La paz y la razón solo se acuerdan con el poder de la fuerza”. Esto, también quedó plenamente ratificado tras su entredicho con el presidente colombiano Gustavo Petro, por el tema de los deportados.

Un pensamiento similar o igual al que sostiene el presidente argentino cuando expresa cosas como: “Si no están conmigo, son enemigos”, o “Van con nosotros -refiriéndose a los supuestos aliados de la oposición-, o los barremos y vamos solos”. Es el poder por el poder mismo, sin chances para los que disientan.

Por eso sería importante tener la humildad de reconocer que debemos escuchar a quienes, basados en sus formaciones profesionales, brindan y exponen un pensamiento diferente, marcando errores y aciertos,

El gobierno del Javier Milei, salvo muy contadas excepciones, está rodeado de funcionarios, algunos de los cuales llegaron por pensar como los libertarios, pero es factible y muchos lo han demostrado, ostentan la ausencia de formaciones políticas y/o profesionales, situación que les ha hecho cometer gruesos errores motivo de sus alejamientos prematuros de sus funciones. Sin contar a quienes osaron pensar diferente y contravinieron las órdenes y el pensamiento único del “triángulo de hierro”.

El poder se ejerce y no se comparte. Esto es una realidad. Pero muy pocos poseen la suficiente sabiduría y templanza como para aceptar sus errores y eso puede conducirlos al fracaso. La historia tiene páginas sobre ellos.

La realidad nos va a mostrar el camino, solo es cuestión de tiempo.

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