Del acto también participó el delegado provincial de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, el abogado Franco Catalani, quien, cabe recordar, en los juicios contra los represores que integraron el grupo de tareas de la Subzona 14, fue el representante legal de la querella. 

Fasce sostuvo que la actividad “es la continuidad de una política pública que desde hace tiempo viene desarrollando el gobierno de la Provincia de La Pampa en materia de Memoria, Verdad y Justicia, y con particular énfasis con el mandato del gobernador Sergio Ziliotto de manera conjunta con la Secretaría de DDHH de Nación”.

En esta oportunidad y en marco del reconocimiento a la memoria de las víctimas del terrorismo de Estado, se hizo entrega de los legajos de los hermanos Mario Julio y Analía Teresa Urquizo, a Fernando, sobrino de las víctimas.

El funcionario remarcó que Mario y Analía estaban cursando sus carreras universitarias “cuando fueron ultimados por los represores”, indicando luego que “el paso del tiempo nos pone en este lugar tratando dar una caricia a las familias y que sepan que el Gobierno de la Provincia los tiene presentes y de alguna manera les quiere rendir homenaje por esa vida de ideales que llevaron adelante y que quedó truncada por la decisión de unos pocos que ocuparon y ejercieron el poder de manera irregular e incorrecta y que por eso han sido condenados por la justicia”. 

Catalani, en tanto, sostuvo que la actividad del lunes se enmarca dentro de las políticas reparatorias que se hace tanto desde Nación como desde Provincia, destacando un dato de la historia “que esta tergiversado, ya que Mario figura como abatido en un enfrentamiento, cuando en realidad fue ejecutado en la calle”.

“Los registros oficiales de ese momento toman como dato lo que dio la policía, que fue un enfrentamiento, pero a través de los testimonios que pudo recoger su hermano, el padre de Fernando, de los vecinos del lugar se sabe que en realidad no hubo ningún tipo de enfrentamiento sino que cuando Mario bajó de un taxi lo ejecutaron”, enfatizó Catalani.

Fernando, en tanto, agradeció a la Secretaría de DDHH indicando que “lo valoro muchísimo, y cada cosa que hacen, cada reconocimiento para Mario y Analía siento que es algo por lo que ellos descansan en paz y sobre todo mi abuela Sara (madre de las dos víctimas) que también descansa en paz”. 

“Yo tenía siete años cuando fallecieron ellos así que a la mayoría de las cosas las sé porque me las han transmitido. Mi abuela Sara fue la que más sufrió, junto con el marido, que murió un año después de que murieran Mario y Analía, así quedó ella solita, con mí papá, que falleció en el año 2000. Sufrimos todos”, dijo.

Reconoció que “en un principio (del tema) no se hablaba mucho, en mi casa todavía cuesta. A mi mamá (hermana de las víctimas) por ejemplo dice que le remueve todo y es como un volver a vivir lo que pasó”.

Sostuvo que en el caso de Mario, en el Acta de Defunción figura que murió en un enfrentamiento, cuando en realidad y de acuerdo a las averiguaciones que se hicieron, se determinó que fue ejecutado cuando bajaba de un taxi, y en el caso de Analía estuvo detenida donde también fue ejecutada.
 

Agencia Santa Rosa