VIERNES 14 de Noviembre de 2025
 
 
Compartir
Twittear
 

El “vamos por todo” de Milei...

No era solo patrimonio de Cristina Fernández de Kirchner la frase “Ahora vamos por Todo”, que tenía una especial significación en lo político, social, económico y financiero de una Argentina que venia por la “banquina”.

También forma parte del léxico del presidente libertario-anarcocapitalista, que pretende ser uno de los líderes mundiales del liberalismo extremo, Javier Milei.
El “va por todo”, es en co-propiedad con Javier Milei. El libertario no repara en nada ni en nadie, tiene objetivos y usa todos los medios a su disposición para lograrlos.
De la motosierra particular solo se salva su hermana Karina Milei, que le da letra para que siga intentando constituirse en un verdadero “mesías” argentino que fue depositado en esta parte del mundo por las “Fuerzas del Cielo”.
Le costó desprenderse de José Luis Espert, dejando muchas dudas en quienes no entendían el comportamiento y empecinamiento del presidente en mantener un personaje sindicado como vinculado al narcotráfico, significando una verdadera contradicción a sus paradigmas de transparencia y honestidad, como columnas fundamentales del cambio prometido.
Tras diferentes alternativas y numerosas contradicciones: Espert ¡¡¡Fuera!!! y se suma a la larga lista de funcionarios y colaboradores estrechos que, por sus propios errores, fueron materia desechable del mileismo. procurando con ello evitar que le contaminaran su objetivo de ser el “mejor presidente de la historia argentina”.
Resulta difícil determinar en qué medida estas situaciones van esmerilando la confianza de una sociedad que le respondió con su voto, aún con las dificultades que planteaban nuevas formas de un gobierno que, desnaturalizando el objetivo del Estado, pretende crear un sistema nuevo, manejado por el “gran mercado”, donde la gestión privada se constituya en el motor del crecimiento y cambio que pregona.
Para ello está la figura de Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación y Transformación del Estado que está llevando a cabo un achicamiento de la estructura estatal, eliminando áreas internas y externas y ámbitos descentralizados que cumplían labores inherentes a los mecanismos organizativos del gobierno, que se fijó como fundamentales objetivos: Superávit fiscal y déficit cero.
Para este cometido, vieron que era factible eliminar centros científicos como el Conicet, INTA, INTI, desguazar el sistema universitario y acometieron contra instituciones que son marco de referencia en Salud, como el caso de Hospital Garrahan.
Esto fue solo una parte del proyecto que giraba en torno a la formulación de un reinado, dotado de un poder absoluto que le permitiera convertir al país en un “satélite” de uno de los países más poderosos del mundo, los EEUU; además de marcar una tendencia religiosa basado en su apoyo incondicional a Israel.
Todo ejecutado y aquello que está en carpeta, es Javier Milei, sustentado exclusivamente en el “Triángulo de hierro” que completa su hermana Karina y el asesor que transita por todos los niveles del gobierno, Santiago Caputo.
En la jornada farandulesca realizada en el Movistar Arena confluyeron no solo quienes son sus incondicionales, como la línea las Fuerzas del Cielo, sino un número muy importante de jóvenes, cuyas edades oscilan entre los 17 a los 35 años, que se han visto reflejados en la rebeldía planteada por Javier Milei contra lo tradicional; aquello que históricamente generó las vertientes del crecimiento nacional, desvirtuado -en parte- por los egos, las ambiciones desmedidas de quienes llegaron al poder; vimos un segmento del país que no piensa en serio.
Ver al presidente mostrarse como ese personaje que lo desvela: “ser un rockstar”, mientras arengaba a una multitud que colmó las instalaciones del Arena, provocó varias reflexiones, pero una nos quedó “picando” y está basada en analizar si “¿Ese es el presidente que queremos?”, que asienta su arenga política en cantar y expresar -en algunas canciones interpretadas, bastante desentonadas-, aquello que pretende para el futuro de los argentinos.
El país se está partiendo, muestra grietas en todos los sectores, algunas tan profundas que resultarán muy difíciles recomponerlas.
Mientras esto sucede, cierran empresas de capitales extranjeros o se ponen en venta. Cruje el riesgo país, al que ahora tratan de convertir en una cifra inocua, dado el favor que el equipo del J.P. Morgan le hizo al elenco económico de Caputo de no hacerlo obligatorio y diario.
El organismo financiero americano intervino la medición del riesgo país de Argentina para favorecer a Caputo. El banco oficializó la remoción de la deuda argentina del EMBI+, el índice más exigente. “Toto” y todo su equipo fueron funcionarios del banco. Una nueva estrategia que confunde a la mayoría de los argentinos, pero consolida el funcionamiento del mercado financiero.
Todo es zozobrante y se procura ver cómo sale de la incomodidad que provoca un país con insolvencia financiera. Mientras esto sucede, los argentinos vemos cómo el presidente y su troupe bailan y cantan en el Movistar Arena, mostrándonos que las cosas van a cambiar.
La gran pregunta es si el proceso eleccionario del 26 de octubre, abrirá nuevas oportunidades o marcará el camino final de un periplo político, que probó suerte y no le fue bien.
Hasta ahora nadie la tiene clara.

 

Escriba su comentario

Tu email no sera publicado.