Charles De Secondat Montesquieu, Jurista francés, sostenía lo contrario a la lucha por obtener el poder absoluto, entendiendo que: “la teoría de la separación de los poderes del Estado alcanzaba una significación más allá de sus propósitos que es la realización de la libertad como objetivo político”. Aspectos que constituyen una Democracia pura, no enferma como la que estamos transitando los argentinos.

Por el contrario Nicolás Maquiavelo, sostenía en una de sus obras “El Príncipe”, “El fin justifica los medios”, “Es mejor ser temido que amado, si no puedes ser ambas cosas”, y “Un político con poder no debe tener otra meta ni otra preocupación, ni considerar ningún otro arte más que la guerra”. Un escenario que vive el país y que aún no comprende.

Si procuramos entender muchas de las acciones del presidente Javier Milei, debemos remontarnos a las fórmulas que pergeñaron quienes a lo largo de la historia fueron dándole formas al uso de la política según el propósito ideológico que las alentara.

Por eso el filósofo-político, florentino sostenía: “Es mejor ser temido que amado, si no puedes ser ambas cosas”, argumentando que el miedo es una herramienta más efectiva para controlar a las personas que el amor, ya que “el miedo es más constante y menos propenso a ser traicionado”.

Las similitudes de algunas de las expresiones presidenciales son mera casualidad, o no tanto, cuando expresa “Soy cruel y voy a destruir a toda la casta kirchnerista”. El paradigma del practicante de tirano, parece mundano, porque insulta, denosta, no tiene reparos en agredir verbalmente a sus opositores, pero provoca una profunda degradación de la sociedad.

No obstante estos indicadores hay que reconocer que las aciones que percibimos están sustentadas en pensamientos de una políticas de fuerza, en donde las sociedades, o parte de ellas, se están convirtiendo en sufrientes espectadores. 

Sembrar odio es uno de los mecanismos que sobresalen en la campaña que ha lanzado La Libertad Avanza, con miras a imponer condiciones electorales en las elecciones legislativas de la provincia de Buenos Aires.

Insultar, amenazar, denostar, agredir verbalmente se supone el mecanismo de la campaña política emprendida por el elenco de Javier Milei. 

Esas “licencias” que hacen a la nueva forma de hacer e interpretar la política deberá ser incorporada socialmente y no resultaría reprochable insultar a un político con el cual no se coincide ideológicamente, o amedrentar a un sector del periodismo plegado al gobierno libertario. No sería criticable, porque se respondería al ejemplo de la máxima autoridad del país.

Sin embargo las varas para medir los excesos son diferentes y aquellos que no piensan como ellos cometen exabruptos, lo de ellos está permitido, 

Realidad o ficción. En verdad se están viviendo varias argentinas simultáneas.

Difícil establecer cuál es la conveniente para el futuro de toda la ciudadanía. Todo indica que hoy es una lucha “cuerpo a cuerpo” por alcanzar niveles del poder político, en esta oportunidad a niveles legislativo provincial, situación que podría marcar tendencias para elecciones de octubre y finalmente las generales del 2027.

Hoy el “vellocino de oro” es la provincia de Buenos Aires, donde el oficialismo procura establecerse en el principal distrito del país, históricamente en poder del peronismo-kirchnerismo.

Primero jugarán las opciones legislativas para sentar las bases que les permitan llegar al gobierno que hoy detenta Axel Kicillof. 

Para el logro de este objetivo se están jugando todas las opciones y las confrontaciones han llegado a mostrar lo peor de la política nacional. Nada saludable para lograr una Democracia que aliente a una mejor convivencia que la que hoy tenemos los argentinos.

Una prueba a suerte o verdad: Se mantendrá la hegemonía del peronismo-kirchnerista o La Libertad Avanza, con Javier Milei y Karina Milei a la cabeza, plantará una bandera de vital importancia para el 2027.

El futuro lo dirá...