No improvisa, esta actitud nos ha llamado poderosamente la atención. Si insulta, denosta, critica o señala a determinados personajes que señala como la ‘casta‘, periodistas a los que considera marcadamente opositores y hasta en las determinaciones hacia su propio grupo, se nota que se toma el tiempo necesario que le permite cometer los menores errores posibles y si es factible ninguno.

Ahora ha tomado la decisión de tomar el timón del barco gubernamental. La actitud queda claramente evidenciada en la forma en que circunscribió- por ahora- las funciones que venía desarrollando Guillermo Francos, como parte de las acciones de la Jefatura de Gabinete.

También puso el freno de mano para su asesor Santiago Caputo, a quién no le restó autoridad, pero si “movilidad”. Solamente queda con el poder sin merma su hermana “El Jefe” Karina Milei, quién no solo “co-gobierna” sino que pone freno a los excesos de algunos componentes del staff gubernamental.

Había señalado cuando inició el mandato que el tendría a su cargo aspectos de la economía, las relaciones internacionales y era su decisión entonces, depositar en sus colaboradores las funciones de las áreas ministeriales existentes y otras que por su significación económica, tienen una especial relevancia en el andamiaje del gobierno.

Se reservó las decisiones en donde estaba en juego la estructura que estaba diseñando con su hermana, a quién catalogó como “El Jefe”, Karina Milei y le dio responsabilidades al ignoto asesor sin cargo alguno, pero con peso suficiente como para ordenar, cambiar y fundamentalmente tener el poder de las “cajas” que sostienen económicamente al Estado.

Durante un tiempo, “a los ponchazos” como dice el paisano, las cosas fueron desarrollándose, con cambios de funcionarios que no respondían al marco de sus determinaciones y normativas que señalaba como elementales para concretar su ambicionado cambio de la Argentina.

Tanta “rienda suelta” alimentó los egos y las ambiciones personales de muchos de los personajes que rodean al presidente y eso generó el inicio de una nueva etapa de gobierno en donde, Javier Milei, tendrá a su cargo todo el manejo y la operabilidad del gobierno, asistido por Karina Milei, por el asesor, hoy sin tantos privilegios y poder y más abajo un nivel de confiabilidad en cuatro funcionarios que, por ahora, merecen su mayor confianza: Guillermo Francos, Luis “Toto” Caputo, Sandra Pettovello y el generador de las normativas del cambio Federico Sturzenegger.

Hasta ahora parece sería un cambio en el que se centralizarían las resoluciones en la persona del presidente. Eso pareció ser cuando presidió reuniones internas entre sus funcionarios más allegados y la determinación de jugar a la “política” en posibles acuerdos con opositores dialoguistas y gobernadores que hasta ahora le han respondido a su pedido de asistencia en el Poder Legislstivo, a través de los representantes en Diputados y Senado.

La actividad presidencial lo llevó a estar presente y exponer en la Unión Industrial Argentina, en la conmemoración del Día de la Industria, lugar en donde realizó varios anuncios entre ellos ratificó que en diciembre se elimina definitivamente el Impuesto PAIS.

Fundamentalmente señaló que: ‘‘Con nosotros -refiriéndose a los libertarios- se acabó el robo de un nefasto impuesto, -recalcando- eso se acabó. Así como ayer lo bajamos un 10%, en diciembre, lo vamos a eliminar por completo, impulsando así una baja en los precios de los productos importados”.

Agregando: “Cabe destacar que entre los productos importados se encuentra un sinfín de insumos productivos, o sea que esta medida ayuda a bajar costos operativos mejorando la competitividad de nuestra industria. Los genios de la sustitución de importaciones nunca se dieron cuenta de que el 80% de las importaciones son insumos productivos y que encarecerlos a dedo solo es perjudicial para la población argentina”.

Las palabras presidenciales, estuvieron referidas a las distintas situaciones por las cuales atraviesa una economía fracturada, que necesariamente requería normativas que permitieran el desarrollo y crecimiento del país. 

Señaló el perjuicio que ha surgido del costo financiero de las operaciones que los sectores industriales y empresarios realizaban. Abordó la necesidad de terminar con el costo laboral, manifestando que “resulta de las regulaciones laborales que, bajo la apariencia de proteger a los trabajadores, en realidad dificultan la creación de empleo y aumentan los costos para las empresas”.

En síntesis, se pudo ver en el inicio de esta semana un comienzo diferenciado de las intervenciones del gobierno en el plan de reformas de la Argentina. 

Se mueven otras estrategias y Javier Milei parece decidido a tomar el timón. Los resultados habrá que esperar. En las acciones del presidente libertario todo, hasta ahora, se mueve sorpresivamente. 

Habrá cambios, eso es indudable. Vendrán novedades en los próximos días.