(Corresponsal) En Trenel, uno de ellos late en el patio de la casa de la familia Ballari, sobre la calle Gobernador Centeno.
Allí se erige un ombú que, aunque botánicamente sea considerado “una hierba gigante”, en el pueblo todos lo reconocen como “un árbol imponente”, un testigo de generaciones y de historias.
Esta corresponsalía dialogó con Ilda Ballari, más conocida por todos en el pueblo como “Piru”, histórica docente de nuestra localidad, quien compartió recuerdos entrañables sobre este gigante verde.
“Nuestro ombú, el ombú de la familia, yo lo describo como una historia, un gigante. Se reunía debajo de él toda la familia. En las fiestas de fin de año siempre había alguien que asaba un cordero para todos, mis padres, mi hermano, mi hermana ya casada, sobrinos, primos y amigos. Todos nos encontrábamos bajo esa copa inmensa, siempre con música, inolvidable el acordeón de Pérez y la guitarra de Orlando... nos quedábamos muchas horas e incluso los vecinos, como el farmacéutico del pueblo, Giri, al día después nos recordaban lo lindo que se escuchaba la algarabía debajo del ombú, y las ganas de haber saltado el tapial para compartir entre familias”, relató Ilda.
“También hay muchos recuerdos, por ejemplo, llevar a mis alumnos de la escuela a visitar el ombú, íbamos con muchos grupos, los días soleados de invierno o durante el verano, pasábamos horas allí con amigos, leyendo, haciendo tareas, tomando mate. ¡Los picnics de primavera! Se vivieron siempre grandes y lindos momentos...”, recordó.
La historia del árbol se remonta a más de 82 años. Cuando la familia Ballari compró la casa a los propietarios anteriores, la familia Knobel, y el ombú ya estaba allí marcando una historia de vida.
“La familia Knobel tenían una tradición de origen judío: plantar un árbol cada vez que nacía un hijo. Así, un ceibo fue plantado al nacer el varón, y el ombú cuando nació la hija. En cierta ocasión ellos vinieron a visitar la casa. El ceibo ya se había secado, pese a nuestros intentos de conservarlo, pero el ombú se mantiene hasta hoy como un símbolo de gran importancia para Trenel”, contó Piru.
Hoy, el árbol continúa siendo parte esencial de la identidad del lugar. Piru misma le pedirá al comprador de la casa que lo conserve, y se están iniciando gestiones para que el ombú sea declarado patrimonio local.
Vale recordar que en Trenel los árboles siempre han tenido un valor especial: durante la década del ’70 se celebró por muchos años la Fiesta Provincial del Árbol. Una tradición que revivió en el último tiempo y que refuerza la identidad verde de la localidad.
En este marco, nuestra entrevistada dejó un pedido a toda la comunidad: “reforestar continuamente, volver a tener más árboles en las veredas, más aún cuando contamos con el vivero provincial en nuestro propio pueblo”.
De esta manera, el ombú de “los Ballari” no solo se erige como testigo de la memoria familiar, sino también como símbolo de un Trenel que quiere seguir creciendo con raíces firmes y un futuro más verde.