VIERNES 19 de Abril de 2024
 
 
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El oficialismo contra la Corte Suprema

Se pueden realizar diversas conjeturas, pero de ninguna manera pueden existir certezas en torno al resultado de la furibunda arremetida del ‘albertismo’, contra Horacio Rosatti, presidente de la Corte Suprema y algunos de sus más cercanos colaboradores.

Era previsible que pudiera ocurrir un suceso de esta naturaleza, en tanto La Corte Suprema, ha puesto en evidencia que no admitirá se le vulneren los poderes que la Constitución Nacional, le ha otorgado.

Pedir un juicio político al titular del máximo tribunal, infiere realizar un intento desestabilizador, cuyos resultados nadie puede predecir.

Por otra parte, el Frente de Todos, deberá lograr, según lo disponen las normas reglamentarias del Poder Legislativo, contar con un número que les permita sesionar; situación que dicen tener consensuado, pero que resulta extremadamente difícil de lograr y mucho más en estas circunstancias de preparativos electorales.

Si algo estaba faltando para generar más desestabilización social y política, surgió este posicionamiento que intenta quebrar a uno de los Poderes del Estado, en procura de obtener un salvoconducto que les permita zafar de las dificultades que hoy enfrentan judicialmente, altas autoridades del Gobierno nacional.

Todo hace presumir que la movilización que generó el presidente Alberto Fernández y que pretendió tener el respaldo de los gobernadores con la finalidad de realizar un acto de carácter institucional para fortalecer su embestida contra el máximo tribunal, tuvo un éxito relativo.

El Jefe de Estado intentaba repetir la foto con los mandatarios que logró luego del fallo de la Corte que benefició a la ciudad de Buenos Aires en su reclamo por fondos de la coparticipación federal que el Gobierno le había quitado en medio de la pandemia. Eso no se dió.

Es más, a los gobernadores cercanos al oficialismo querían sumar a los peronistas disidentes Omar Perotti (Santa Fe) y Juan Schiaretti (Córdoba) y los que responden a fuerzas locales, aunque no lo lograron.

Una de las variantes que analiza el Presidente es la conformación de una comisión redactora del juicio político contra Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Ricardo Lorenzetti y Juan Carlos Maqueda.

El titular del ejecutivo nacional, sostiene que la Corte Suprema ha avanzado sobre los otros poderes del Estado, con fallos que no han respetado la independencia de cada uno de ellos y desconociendo el rol que les otorga la Carta Magna.

El tema es realmente complejo y señala claramente que la posición asumida por el Poder Judicial, puso en evidencia que marcaron con absoluta claridad su total independencia del Poder Ejecutivo y Legislativo.

El desgaste que pretendió profundizar la vicepresidenta de la nación Cristina Fernández de Kirchner, intentando evitar una condena que finalmente se concretó, profundizó a niveles insospechados la grieta que hoy mantiene fracturado al país.

Mientras esto ocurre sobre un escenario montado exprofeso, detrás de los cortinados se van tejiendo estrategias que le permitan al oficialismo, representado por la coalición Frente de Todos, recuperar un protagonismo, que -hoy- están muy lejos de lograr.

Desgastados, con muchas fracturas internas, donde están claros los sectores que materializan por un lado el kirchnerismo- La Cámpora y algunos de los grupos sociales y por otro el debilitado y casi inexistente ‘albertismo’, que no pudo construir una fuerza real en estos tres años de gobierno. Muestran su tremenda debilidad.

Casi oculto, tratando de ganar consenso con acuerdos económicos, aparece una tercera posición de la coalición frentista, que esta encabezada por Sergio Massa, que realimenta el crecimiento del Frente Renovador y mira como objetivo final, jugar como uno de los candidatos a la presidencia a fines de este año.

Ya habíamos mencionado que el 2023, sería un año difícil y de muchos conflictos internos y externos. Como dijera el refrán gauchesco “nadie tiene la vaca atada” y enfrentan una oposición que tampoco esta totalmente consolidada, pero que -según- los encuestadores se muestra como la opción, ante el fracaso que vivimos.

Si nos orientamos por los números que logran las diferentes encuestas, no hay -dentro del oficialismo- nombres que sobresalgan o que demuestren tener un peso determinado para ser el elegido.

Una situación similar se plantea en el ámbito de la oposición. Varios ‘caciques’, pocos ‘indios’, situación que deberán dirimir en una PASO, en el caso de las nacionales. Salvo que el Frente de Todos saque de la galera el decreto que postergue, este año, las mismas y se vean obligados a internas partidarias no obligatorias para el sector de la sociedad que los mira como una opción.

Por ahora, solo luces de colores que distraen, como la lucha con el Poder Judicial en la figura del presidente de la Corte Suprema. Una versión nueva del relato. La realidad recién la veremos en algunos meses de este 2023, que arrancó con mucho ruido, mucha incertidumbre y pocas certezas.

Recordemos que el poder, al final, es del pueblo.

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