JUEVES 02 de Mayo de 2024
 
 
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El mundo ante una posible guerra

Lo sucedido en las últimas horas entre Irán e Israel muestra que -sin que esto tenga una continuidad más gravosa- el mundo moderno debe prepararse, estar atento a quebrantos de la paz que constituyan el principio de una nueva guerra mundial.

Hay países que tienen una historia de encuentros bélicos, muchos generados por cuestiones religiosas, de una convivencia que está instrumentada bajo otras reglas, muchas de las cuales están en las “antípodas” de todo lo que se ha generado ante el avance tecnológico y humano.

Pero es indiscutible que muchos países del Medio y Próximo Oriente, se resisten a aceptar como válidos esos sesgos de modernidad, fundamentalmente aquellos donde se pretenden igualar los derechos de hombres y mujeres.

Hace algún tiempo, no demasiado atrás, analistas internacionales sostenían que debería prestarse mucha atención a esos pequeños roces político-sociales que marcaban diferencias que estaban acumulando mucho resentimiento en las distintas sociedades afectadas por el advenimiento de una modernidad que no era aceptada por los grupos tradicionales, sí por quienes alentaban salir del manejo oprobioso de ser -caso de las mujeres- las relegadas sociales.

El Medio Oriente se convirtió en un segmento del mundo que avanzaba en lo tecnológico -armamentístico, pero no cedía en las relaciones humanas; por el contrario, muchos países retrocedían y ejercían derechos que se había morigerado con el correr del tiempo.

Odios ancestrales fueron actualizados por nuevas generaciones y reaparecieron los grupos que conformaron las células terroristas que azotaron a muchos países del mundo. 

De esta manera fueron Francia y Reino Unido blanco de ataques “suicidas” igual que otros países, entre ellos Argentina, y se volvió a plantear que, bajo otras condiciones, avanzábamos hacia una confrontación que, en razón de los adelantos de la tecnología armamentística, de prenderse la mecha de enfrentamientos, alcanzaría a gran parte del universo.

Los Orientes Medio y Próximo son zonas beligerantes que van sacudiendo sus diferencias con actos de guerra que ahora tienen estrecha relación con los “gigantes” de la humanidad moderna; EEUU, Rusia,China, India,Reino Unido, entre otros.

Oriente Próximo, si nos referimos a Líbano, Israel, Turquía, Jordania, Siria, Irak, Irán y la península de Arabia, un territorio en el que se incluye también Palestina. En cambio, Oriente Medio si se alude a Afganistán, Pakistán, India y países de ese entorno.

Las posibles negociaciones que se han establecido -hasta ahora- no han dado positivos resultados. Rusia se pretende imponer como el más fuerte y tras la invasión a Ucrania hoy alienta extender sus dominios a otros territorios. 

China se alza con un poderío basado en el continente humano productivo que le permite levantarse, igual que India, mirando ser partícipes del reparto en el que están jugando muy fuerte los EEUU y Reino Unido, que no quieren perder terreno en la distribución de fuerzas que ofrece el planeta.

Es, sin lugar a dudas, una etapa de transición, que viene perfilándose desde hace varias décadas y que tuvo sus primeros atisbos de “competencia dominante” cuando avanzaron en la carrera armamentista primero, continuaron con la espacial y hoy pretenden tener ingerencia en todo aquello que les brinde la posibilidad de mantener hegemónicamente el dominio y el ejercicio del poder.

Las manifiestas divergencias, ideológicas, religiosas, productivas, comerciales entre otros aspectos, tienen su origen en el conflicto de Medio Oriente con la creación del Estado de Israel. El surgimiento legítimo de esta nueva entidad política tiene sus consecuencias en nuestra actual situación mundial, provocando que aún hoy sea un problema no resuelto.

El marco conflictivo que rodea el mapa actual de los países enfrentados tienen raíces históricas que nunca fueron solucionadas, sino que se disimularon por el advenimiento de nuevas formas sociales que se fueron construyendo, algunas manteniendo sus costumbres y otras avanzando al compás de su europeización, promoviendo, divulgando y aceptando las costumbres y formas culturales del primer mundo.

Hoy el orbe se enfrenta al recrudecimiento de estas hostilidades que van probando resistencias y observando las “réplicas” como una manera de ir corrigiendo errores y planificar un golpe que no permita reacciones o que las mismas puedan ser controladas.

El mundo debe prestar atención, aunque por las reacciones emergentes del ataque de Irán a Israel se desprende que están alertas y dispuestos a evitar que el intento bélico se extienda a todo el conglomerado de países del Medio Oriente.

Dependerá de las acciones que surjan en los días futuros. Que Irán de continuidad a lo que ellos llamaron una respuesta al ataque que Israel concretó el 1 de abril, donde dos de sus altos mandos militares murieran en un ataque contra su consulado en Damasco.

Este ataque, que se registra como el primero en la historia, ha dejado a Medio Oriente al borde de la guerra total. Ya han intervenido las grandes potencias y el mundo ha tomado posicionamientos en torno a la movida bélica.

La continuidad o no, dependerá de muchos factores, en los cuales incidirán notablemente los canales de posibles acuerdos a los que arriben los más poderosos, con la finalidad de no avanzar en lo que se convertiría en la tercera guerra mundial y con masiva participación de todas las naciones.
 

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