Se ha descubierto que una alteración genética producida en la mitocondria es una de las causantes de la artrosis, junto con otros factores de riesgo ya conocidos, como el sobrepeso, la deformidad en las rodillas, la procedencia o raza de la persona.
En este trabajo, realizado por un equipo del Complejo Hospitalario Universitario de La Coruña, que se ha publicado en la revista Arthritis and Rheumatism, se desprende que en los pacientes con artrosis de rodilla que portan el haplogrupo U las alteraciones genéticas que se producen en la mitocondria influyen en la destrucción de su cartílago articular, lo que acaba produciendo una artrosis de rodilla más grave. Por el contrario, en las personas portadoras del haplogrupo J, las alteraciones genéticas mitocondriales protegen del riesgo de desarrollar artrosis de rodilla o, si se llega a presentar la enfermedad, el avance es más lento.
Radicales libres de oxígeno
Según los investigadores, estas alteraciones genéticas mitocondriales van asociadas a una actividad metabólica determinada en las células, en este caso en el condrocito (la única célula presente en el cartílago articular), de modo que los portadores del haplogrupo J producen menos radicales libres de oxígeno (ROS), los cuales son unos de los principales mediadores en la destrucción del cartílago articular.
Este descubrimiento abre puertas a nuevos tratamientos basados en disminuir la producción de ROS, aumentando la actividad de los SOD2. Los nuevos fármacos que aparezcan en los próximos años orientados a frenar la producción de ROS permitirán parar el avance de la enfermedad, reducir el número de prótesis y mejorar sustancialmente la calidad de vida de los pacientes.
Influencia climática
Ahora se está trabajando en la segunda parte del proyecto, y cuya hipótesis es que a lo mejor no es tan importante tener estas alteraciones genéticas mitocondriales como lo es la influencia climática sobre las citadas alteraciones. Es decir, quizás tiene más trascendencia en el desarrollo de la artrosis el ambiente en el que viva el portador que el hecho de que posea mutaciones en el gen de la mitocondria.
Tomando como base el mapa de prevalencia de la artrosis de rodilla, sabemos que ésta es más frecuente en los países de clima más cálido. Clásicamente se ha atribuido a que son países con menos poder adquisitivo donde el trabajo físico es más importante.
En mujeres
El grupo de investigación ha mostrado que en el desarrollo de la artrosis hay un componente relacionado con el sexo de la persona. La relación entre la artrosis y el sexo es algo ya conocido. Lo que han visto es que las alteraciones genéticas en el ADN mitocondrial también van asociadas a esta circunstancia. De forma que el haplogrupo J protege más del riesgo de desarrollar la patología reumática a hombres que a mujeres.
*Los Haplogrupos son como las ramas del árbol genealógico del Homo sapiens, de manera que cada haplogrupo incluye a personas con perfiles genéticos similares que comparten un antepasado común.
Dr. Juan José Penna
Escriba su comentario