Con los fondos frescos del Fondo Monetario Internacional, el Tesoro le recomprará al Banco Central otra porción de Letras Intransferibles, replicando una maniobra ejecutada en mayo tras el primer envío de USD 12.000 millones.
El Gobierno argentino recibirá este lunes el segundo desembolso del Fondo Monetario Internacional por USD 2.000 millones y decidió que ejecutará una operación de deuda interna entre el Ministerio de Economía y el Banco Central. Será un pase de dólares de un cajón a otro en el sector público que involucra a las Letras Instransferibles hoy en manos del ente monetario, y que redundarán en mayores reservas netas en divisas.
Tras la llegada de los fondos, el Gobierno procederá a cancelar una nueva porción de estos títulos emitidos por el Tesoro y sin valor de mercado. La principal novedad en esta segunda etapa del acuerdo iniciado en abril radica en la reconfiguración de las metas de reservas, menos exigentes para este año: serán unos USD 5.000 millones inferiores a lo planificado originalmente.
Luis Caputo explicó el último jueves por la noche: “Es algo mucho más lógico. La acumulación de reservas es una consecuencia de las bondades del programa económico. No se puede establecer una fecha exacta para la adquisición de una cantidad determinada de reservas. De hecho, ocurrió con la revisión del 13 de junio; tal vez las compras se efectuaban el 18 de junio. No se puede fijar una fecha precisa”.
Plan cambiario y monetario
El Fondo Monetario quiere precisiones sobre el esquema a aplicar para estabilizar las variables económicas y avanzar en la reducción de la inflación.
Pidió “mayor claridad” sobre el régimen monetario y cambiario para el mediano plazo, apuntando a que el esquema actual requerirá cambios en un futuro no muy lejano.
Los técnicos del Fondo respaldan la utilización del concepto de la tasa endógena, establecida por el mercado en lugar de ser fijada por el BCRA.
También propusieron más esfuerzos del Gobierno “para mejorar el canal de transmisión de las tasas de interés y facilitar el desarrollo de los mercados interbancarios, aunque el Banco Central debería seguir cumpliendo un rol más activo en la gestión de la liquidez, en coordinación con el Tesoro, para mitigar una excesiva volatilidad en las tasas”.
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