VIERNES 23 de Mayo de 2025
 
 
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El doble comando...

Ahora es innegable y, los datos que van surgiendo en la medida que se conoce la letra chica del acuerdo con el FMI, queda plenamente reflejado que el gobierno mileista ha aceptado manejar a la Argentina en forma dual.

Se podía suponer que la formal adhesión a las medidas impuestas por el presidente republicano Donald Trump, cuya ejecución desarrolla Elon Musk, ha ratificado, el presidente libertario Javier Milei, serán parte del andamiaje del Tratado de Libre Comercio, Argentina se convertiría en un satélite norteamericano.

Eso, según entendidos analistas era un final previsible, en tanto el poderoso y multimillonario presidente estadounidense tiene una sola visión: “amigos mientras respondan sin retaceos a los dictados de sus políticas financieras”. 

Si lo traspolamos, es la misma actitud que muestra Javier Milei en sus actos de gobierno. A los amigos les brindamos una mano, pero en la otra tenemos la “motosierra” y si no conviene aceptando aquello que se programa, se aplica.

Hoy, en la realidad que transitamos, podría decirse que las formas adoptadas en el plano de lo económico están brindando soluciones a un importante sector de la sociedad y euforia, sin limitaciones, al gobierno por haber logrado frenar un quebranto.

Hay un refrán que señala: “Cuando la limosna es grande, hasta el Santo desconfía”. 

Las entregas del Fondo, respondieron -parcialmente- a las necesidades de respaldar la economía nacional, regida desde el Banco Central. En entregas anteriores hicimos notar que nada sería gratis ni producto de la “gran amistad” argentino-norteamericana. 

Ese temor, con el cual pueden o no coincidir muchos argentinos, hoy se materializa en los anuncios que, según se filtró, son condicionamientos del organismo prestador y que deben cumplirse, para responder a determinadas exigencias que, a futuro, planteará el Fondo.

Siguiendo la política de cuanto más rápido menos reacciones negativas, ya se anunciaron normativas, regulaciones y/o prestaciones que afectarán a diversos sectores de la sociedad. 

Se habla de una profundización en el mecanismo jubilatorio, que de concretarse, de la manera que ha trascendido, se podría llevar a cabo y un amplio abanico de jubilados se verá afectado en un futuro cercano, dado que ingresaron a estas prestaciones sin haber sido aportantes genuinos, y eso provocó un quebranto en los fondos que lograron quienes sí cumplieron en años y pesos lo que les correspondía para poder retirarse laboralmente y gozar del producto de años trabajados.

Según trascendió: La convergencia fiscal demandará una nueva ola de ajuste, que entendemos se concentrará en subsidios y gastos operativos, fundamentalmente en aquellas áreas que preserven ámbitos de ineficiencia todavía no corregidos. Aquí aparece la “motosierra”.

A lo largo del año, el Gobierno buscará un ajuste fiscal más pronunciado que el esperado. El programa acordado con el FMI establece condiciones sobre cuáles serán los lineamientos del gasto público que sufrirán más o menos ajustes.

Según detalles del acuerdo el documento técnico del Fondo, indican que “el gasto primario se mantendrá contenido (creciendo un 3% interanual en términos reales), aunque las prioridades del gasto cambiarán”.

Anticiparon “nuevos recortes en los subsidios y mejoras en la eficiencia del sector público que compensarán los aumentos en las pensiones (en consonancia con la fórmula de indexación) y la inversión pública (desde niveles bajos), manteniendo al mismo tiempo una asistencia social adecuada”.

Todas estas acciones estarían indicando que el gobierno tiene, y vaya a saber por cuánto tiempo, un doble comando que dada su incidencia en lo económico, financiero, y futuras planificaciones que hacen al cumplimiento de las metas fiscales y superávit necesarios, tendrán un efecto fundamental y deberán ser respetadas para que se mantengan vigente los planes de ayuda monetaria.

Más allá de los aspectos regulatorios, achiques, ajustes, privatizaciones y cierres definitivos, el proyecto del Estado pequeño, con muy leve incidencia en cuestiones internas que estarán sujetas al libre mercado, está en camino de una tercera etapa gubernamental que se exhibe como muy dura y con profundas grietas sociales.

Los especialistas en análisis de precios y costos empresarios, analistas económicos y políticos, sostienen que se está en las puertas de una transición dolorosa, donde se agudizarán los indicadores de pobreza e indigencia, casi con el mismo ritmo en que podría volver a crecer la inflación, que ya muchos entendidos hablan de un 3,5 a 5 por ciento para mayo.

El futuro ya no está en el escenario, y mucho menos la esperanza. Hoy se espera poder alcanzar a sobrevivir, fundamentalmente el segmento ex clase media, hoy rozando la pobreza.

Milei avanza. Es un “Atila” argentino, por donde pasa solo quedan los escombros.

Aunque para ganar la guerra hace falta superar varias batallas.
 

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