Agencia Santa Rosa - “Cuando un gobierno llega al poder sin estructura, sin experiencia de gestión y sin un mínimo conocimiento de cómo funciona un país, comete errores. Pero lo que estamos viendo con el caso del Hospital Garrahan no es un simple error. Es una decisión deliberada que evidencia el desprecio de esta administración por las instituciones que sostienen el tejido social argentino”, dijo el dirigente.
“El Garrahan no es una clínica más: es el corazón del sistema pediátrico público. Funciona con profesionalismo, compromiso y una vocación de servicio que no se improvisa. Y cuando se recorta su presupuesto, cuando se castiga a sus trabajadores con salarios miserables, cuando se pone en duda su funcionamiento sin fundamentos, no se está atacando a una burocracia ineficiente: se está atacando directamente a la salud de nuestros pibes”, agregó.
“En este contexto, resulta inaceptable y profundamente preocupante la liviandad con la que algunos legisladores, como el diputado pampeano Martín Ardohain, se expresan sobre el hospital. Decir que en el Garrahan hay ‘militancia rentada’, sugerir que sus trabajadores no cumplen con su deber, no sólo es una canallada: es una muestra de ignorancia brutal sobre lo que significa la salud pública en la Argentina”, advirtió Genoni.
“En el Garrahan no hay lugar para la improvisación ni para el marketing político. Hay médicos, enfermeros y trabajadores que sostienen vidas con su esfuerzo cotidiano, que muchas veces trabajan en condiciones precarias, pero que jamás abandonan su vocación”, enfatizó el dirigente.
“Decir que en el Garrahan ‘militan’ y no trabajan es desconocer por completo cómo funciona un hospital. En salud, si no trabajás, alguien muere. Y quien no entiende eso, no debería ocupar una banca en el Congreso”, deslizó.
“Pero el ataque al Garrahan no es un hecho aislado. Forma parte de una avanzada más amplia del gobierno nacional: universidades, sindicatos, cooperativas, cámaras empresariales, todo lo que construye institucionalidad es puesto en duda. El objetivo es claro: desacreditar a cualquier actor que no responda directamente al poder presidencial. Se desprecia el Congreso, se ataca a la Justicia, se busca demoler los pilares de la democracia representativa”, dijo el dirigente del CEC.
Más adelante agregó que “el Garrahan es apenas otro blanco en esta cruzada contra el entramado institucional argentino. Pero cuando tocan al Garrahan, están tocando algo más profundo: la fibra solidaria de este país. Muchos hijos de Empleados de Comercio de todo el país e hijos de trabajadores han sido atendidos en ese hospital”.
Por eso, dijo, “frente a esta ofensiva, no podemos ceder. No por ideología, no por cálculo político, sino por responsabilidad histórica. Porque si dejamos que destruyan el Garrahan, lo que sigue después es el abandono total. Y eso, no lo vamos a permitir”.