MIÉRCOLES 01 de Mayo de 2024
 
 
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Dinamitar: una especialidad argentina

Pareciera ser una de las prácticas de la actualidad política. Ya casi se han dejado de lado las consideraciones negociadoras; los intentos de consensos, para decididamente dinamitar todo aquello que no se comparece con su trabajo político para llegar.

Lilita Carrió, una especialista en materia de generar con sus palabras detonaciones que, según sea su intención, cuando explotan o hacen mucho ruido y sus efectos no son graves o realmente son tan nocivos que sacan a mucha gente del juego.

Sigue siendo un cuadro político, que supo alcanzar, en un momento, enorme predicamento ciudadano, alzándose con casi 6 millones de votos en una elección, que preanunciaba un crecimiento a futuro, con serias posibilidades de ser cabeza de lista para cualquier contienda presidencial.

El fenómeno ocurrido, debe tener explicaciones pero hasta ahora no las hemos podido encontrar. Presumiblemente sus enconadas posiciones frente a concesiones en la política, acuerdos, frentes, coaliciones, entre otras alternativas que se fueron dando en el escenario de la política nacional, conspiraron con un posible crecimiento de los que en un momento creyeron que podía ser la gran candidata.

Fiel a sus acostumbradas actitudes ante la adversidad, de caer estrepitosamente el número de adherentes a su figura, no modificó su manera de interpretar la política y los políticos. 

Se fue convirtiendo con el correr del tiempo en una referente para un periodismo que buscaba respuestas, más allá de las que, cargadas de intencionalidad partidaria, lograban los que estaban en la carrera política.

No siempre conformaba y tampoco intentaba complacer con sus opiniones. Mostraba firmeza y profundas convicciones de todo lo que pensaba de la política y de cómo deberían ser los comportamientos de los que anhelaban llegar al poder.

Se convirtió en una hábil dinamitera, también mostró habilidades como ‘francotiradora’. Cuando algo no transitaba por los andariveles que -ella entendía eran correctos- siempre tenía en la manga el mecanismo que operaba como la causal que ponía límites.

Rompió Juntos en Santa Fe y percutó la bomba expresando que "hay muchos dirigentes vinculados al narco".

No es sorpresa que Rosario es una población tomada por el narcotráfico y que existen sobradas sospechas que la provincia de Santa Fe, tiene una contaminación de orden económico que la vincula estrechamente con los operativos de los ‘carteles’ que han tomado posicionamiento, destruyendo la credibilidad de la ciudadanía en la honorabilidad de las fuerzas policiales, carcelarias y políticas.

"Hay muchas personas vinculadas al narcotráfico", aseguró Carrió en sus fundamentos por los cuales no va a integrar el frente opositor que prácticamente dejaba al PJ cerca del knock out: "Es imposible integrar el Frente de Frentes y mantener una vieja complicidad que destruyó a Santa Fe, más allá del costo político que haya que asumir".

Pero no es la única especialista en detonar explosivos. Muchos han aprendido y lanzados en campaña, han iniciado operativos tendientes a vulnerar fuerzas opositoras atacando a sus posibles candidatos.

Más que una campaña política, parece que se está montando un escenario bélico, donde ganarán los que queden en pie, que como se perfila, no van a ser muchos y tampoco podemos saber que serán los mejores. Tal vez los que eludan los embates y sepan operar, que de ninguna manera asegura que resulten los que la sociedad quiere y pretende.

En el marco del oficialismo, Frente de Todos, el presidente Alberto Fernández es el blanco elegido para el ‘bombardeo’ constante y de diferentes ángulos. En su mayoría del sector que le sustentó la escalada a la presidencia, por decisión del ‘dedo’ de quien en realidad ejerce el poder: Cristina Fernández de Kirchner.

Él resiste, pero su quebranto no solo mental sino, físico es evidente y todo estaría indicando que se está marcando el camino del fin de su carrera política.

En la oposición, ‘mucho ruido y pocas nueces’ dirían los abuelos. Nombres, candidatos, fotos que pretenden decir algo que en realidad no es real. Por ahora y lo decimos así, porque todavía hay un camino por recorrer hasta las PASO de agosto, nada tiene claridad y no hay nombres con preeminencia sobre el resto.

Se transita un camino minado, como ya es una costumbre nacional. De las explosiones, como es natural suponer, quedarán heridos. Habrá que observar con mucha atención cuántas ambulancias salen a recoger los lesionados y finalmente si suman o restan.

Un teorema político muy difícil y -por ahora- sin miras de encontrar el resultado positivo.
 

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