La investigación se inició a partir de la denuncia que presentó la mujer a comienzos de esta semana. Pero apuntaba a “autores desconocidos” porque esa fue la versión que le había hecho creer su hija. Es más, según detallaron fuentes policiales, no mencionó a un sobrino al que sí había denunciado en ocasiones anteriores por robo en su contra.

Entre tanto, la hija, junto a su pareja, volvieron a Córdoba, donde residen con sus dos hijos. De la casa de la madre faltaron un sommier, un colchón, un termo y un mate, cortadoras de césped, zapatillas, un lavarropas y sillas de plástico.

Pero la versión inicial comenzó a tambalear cuando los policías iniciaron el análisis de los registros de las cámaras de vigilancia de las inmediaciones. Así, descubrieron quiénes fueron los ladrones.

Los elementos fueron, además, vendidos por los cacos a distintos domicilios y recuperados tras distintos allanamientos.
 

Agencia Santa Rosa