Las alternativas que normalmente se producen ante la inminencia de un proceso electoral, tal como ocurre en la jornada de hoy, los distintos sectores que pujan por alcanzar determinados objetivos, en este caso legisladores, ingresan en una contienda interna para imponer condicionamientos que le aseguren el futuro.
Aquello que se suponía una normal convivencia y el ejercicio de un poder verticalista, comienza a deteriorarse y aparecen los verdaderos propósitos, imperan los egos y se ponen en evidencia las ambiciones que los llevaron a estos niveles de la política.
Como dirían los ‘veteranos’, “Nada es gratis”, “Todo tiene precio” y normalmente las mieles de poder desatan lo más desagradable del ser humano, dado que no repara en daños ni en las formas para alcanzar las metas que se ha propuesto.
Hoy, todos los sectores que ingresaron en la disputa, tienen una feroz contienda, manifestándose mucho más en las filas del poder ya asentado que es donde las oportunidades parecieran brindarse con mayor asiduidad, especialmente cuando desde la cabeza, por caso Javier Milei y su pequeño entorno, están abocados a rearmar filas para cumplimentar los dos años que restan de su mandato.
En las filas libertarias no pasan desapercibidos estos episodios. Los que hasta ahora habían sido francos colaboradores y se proyectaron merced a lograr influencias y respaldos, caso Sebastián Pareja, el “Gordo Dan”, sus seguidores, los “trolls” que alimentan las filas del asesor personal del presidente Santiago Caputo, salieron con los tapones de punta, algunos para lograr mantenerse en las filas del poder, otros para alcanzarlo y hay quienes aspiran a constituirse en parte del reacomodamiento estructural del staff gubernamental.
El aparente retiro -manteniendo todo el poder, Karina Milei- dejó abierta la puerta para que acometieran contra la figura de quien fuera jefe de campaña en un sector de los “violetas” y que hoy es apuntado para sacarlo del medio, salió a defenderse lanzando una clara amenaza al poder libertario: “Tenemos tres diputados nacionales y 300 concejales, no nos pueden tocar”. Una manera de decirles “aflojen, porque vamos para atrás”.
Todo se produce porque en el fragor de las actividades se van percibiendo donde se muestran las mayores debilidades del equipo libertario y esas fragilidades pretenden ser aprovechadas para escalar posiciones.
Mientras esto sucede en el campo de juego, en uno de los palcos, Santiago Caputo -sin lugar a dudas uno de los hombres sin cargo que ostenta la mayor influencia sobre la figura presidencial-, está negociando con “El Jefe”, Karina Milei, dónde quedará parado al concluir el reordenamiento de gobierno, que ya ha comenzado a raíz de las renuncias presentadas al presidente Javier Milei.
Es más que evidente que el asesor, alumno del consultor internacional Durán Barba, no quiere figuración, su trabajo en las “sombras” ha sido más efectivo y no ofrece flancos posibles para los ataques. Ser el hombre que reemplace al actual Jefe de Gabinete Guillermo Francos es darle consistencia a su poder, hoy cifrado en el manejo externo de vitales “cajas” del Estado y reparticiones que son consideradas, potencialmente, muy fuertes dentro del esquema de gobierno, tal el caso de la SIDE. Pero indudablemente es quedar en el centro de la escena, con cargo y firma.
Esto acontece mientras el mejor hombre político que tienen los libertarios negocia con el presidente Milei continuidad bajo ciertas condiciones, siendo la fundamental: que Santiago Caputo no interfiera en sus decisiones y mucho menos opere en las negociaciones y acuerdos que logre en función de aglutinar fuerzas en cuestiones politico-legislativas.
Todo hace pensar que Milei no aceptaría supeditar a su asesor y si lo hace es para salir de la situación, pero no lo cumpliría, factor que señala -a la corta o a la larga- que el alejamiento de Francos es un suceso casi irreversible.
Quedan flotando, con algunas definiciones pero sin mayor consistencia, el acuerdo con lo que resta del PRO y que tiene como cabeza negociadora al ex presidente Mauricio Macri. Es sintomático el comportamiento del presidente en todo aquello que se relacione con acuerdos, no los cumple, dado que entiende que son herramientas para alcanzar objetivos pero que no obligan a futuro. Con el ex presidente ya pasó y hoy reiteran un entendimiento fracasado.
Del otro lado se visibiliza el “infierno” en el que se moviliza el peronismo, kirchnerismo y fuerzas como el camporismo, que negocian con los que pueden. El “cristinismo” con su jefa inhibida, se desconcierta porque debe orientarse a través de mensajes. Las otras figuras que se mueven con algún poder obedecen a los gobernadores que, sin lugar a dudas, es de donde se establecen los verdaderos objetivos opositores. Ninguna certeza en el marco de varias opciones.
Queda flotando el nuevo escenario conformado por “Provincias Unidas”, constituido por gobernadores conciliadores y/o no tanto con el poder oficial, pero que marcan un claro objetivo: acordar con el mileismo, pero erigirse como la opción diferente para las presidenciales del 2027.
A partir de mañana, con un tablero político diferente -por lo menos eso se supone- se podrá comenzar a elaborar cómo se establecerán las reglas de juego en la política hasta el 2027.



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