JUEVES 18 de Abril de 2024
 
 
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Deportistas y la prevención de la muerte súbita 

Muchos deportistas de elite, jóvenes y supuestamente sanos han fallecido por causas cardíacas. El ejercicio físico regular es saludable, pero existe una pequeña proporción de deportistas con patologías cardiacas “invisibles” que debido al sobreesfuerzo que requiere su profesión tienen un riesgo elevado de morir súbitamente. Sin embargo, ahora, un trabajo publicado en “British Journal of Sports Medicine” añade datos sobre la eficacia de realizar chequeos cardiacos regulares a los atletas de competición para prevenir que fallezcan repentinamente.

Los estudios se publican en un momento en el que la polémica sobre si este tipo de chequeos son costo-eficaces persiste. La razón, en parte, es el número de deportistas a los que hay que revisar para encontrar un caso es elevado.
Efectivamente, la detección de anomalías cardiacas “silenciosas”, pero potencialmente mortales, mediante el test conocido como Preparticipación en Chequeo Cardiovascular (PPS, sus siglas en inglés) en deportistas ha sido el tema más debatido de la medicina deportiva en los últimos años.
Arranca en 2005 con la publicación de un protocolo común europeo (las recomendaciones de Lausana) que aboga por realizar el PPS (que incluye la historia personal y clínica, un examen físico y un electrocardiograma de 12 derivaciones -ECG-) a todos los atletas de menores de 35 años. El consejo se basa en los datos obtenidos a lo largo de 25 años con la aplicación del protocolo en atletas italianos, en la región de Véneto.
Sus detractores dudaban de la “rentabilidad” del chequeo, argumentando que su implantación universal proporcionaría un elevado número de resultados falsos positivos. En parte, por las diferencias demográficas de los países y, en parte, también porque el ECG suele arrojar muchos resultados falsamente positivos.
Ahora, las conclusiones de un estudio holandés van a dejar sin argumentos a los más críticos del PPS. Los investigadores, dirigidos por el doctor Besesm, de la Universidad de Groningen, aplicaron las recomendaciones de Lausana a 428 atletas entre enero de 2006 y abril de 2008. Los participantes tenían entre 12 y 35 años. Con resultados similares a los obtenidos en Véneto.
A un 13% de los participantes se le tuvo que practicar chequeos adicionales a raíz de los datos obtenidos en la primera prueba. En el transcurso del estudio se produjo un 11% de resultados falsamente positivos, lo que supone un porcentaje aceptable. Un 2% de los participantes obtuvo un resultado de patología cardiaca positivo, mientras que al 0,7% se le prescribió la restricción de deporte competitivo.

En definitiva, el chequeo rutinario sirvió para detectar un caso de enfermedad cardiovascular potencialmente letal por cada 143 deportistas analizados. 
 

Dr. Juan José Penna
 

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