JUEVES 24 de Octubre de 2024
 
 
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De la oscuridad a la luz

Podría resultar una solución para los graves problemas que enfrenta la Argentina, el pasar de la ‘oscuridad a la luz’. De alguna manera sería la resultante de encontrar un camino, que hoy, lamentablemente no se percibe.

Las campañas se están formalizando para, en breves días, lanzarse de lleno en procura de alcanzar los más de 11 millones de votos que no se hicieron presentes en las PASO.

La tarea se supone difícil y por demás conflictiva, en tanto los candidatos no reparan en medios para provocar desgaste en quienes se asoman como posibles oponentes a sus ambiciones de llegar al ‘sillón de Rivadavia’.

Denuncias que se entrecruzan, son parte de la actividad, a la que hoy asiste la ciudadanía. Se procuran responsabilidades por lo que sucede y -naturalmente- se individualizan a los responsables.

No son demasiados, tal vez podríamos considerar: son los menos, los que reconocen que los quebrantos que está soportando el país es un factor que forma parte de un complejo escenario en donde muchos, por no decir todos los que han operado en política, tienen algo de responsabilidad.

No se puede dejar de lado a la incidencia que en estas situaciones ha tenido la comunidad o por lo menos una parte de ella, que se refugió en el cómodo lugar de ser asistida a cambio de prestar algún servicio a la clase política.

No podemos asegurar, como lo hace el líder libertario Javier Milei, que todo tiene un comienzo y final en lo que denomina: la ‘casta política’, que distingue como la buena o a la mala, cuando en realidad presenta notorias dificultades saber cuál es una u otra.

Si nos apegamos a la definición de la expresión que ha popularizado el libertario: ‘Es un sistema social en el que, el estatus personal se adjudica de por vida, por tanto en las sociedades organizadas por castas los diferentes estratos son cerrados y el individuo debe permanecer en el estrato social en el que nació’.

La Argentina desde muchísimas décadas está manejada por ‘castas’. Si nos remitimos a la llegada de los españoles a nuestra tierra, impusieron el poder de los más fuertes, poderosos, considerando a los habitantes naturales como los ‘inferiores’. Era la conformación de una casta sobre otra, menoscabando y mencionando peyorativamente a los naturales, tratándolos como los inferiores.

Ya el solo suceso que registra la historia, procuraron manejar al habitante original, con ‘espejitos de colores’, por mencionar lo que regalaban para deslumbrar a quienes estaban en una segunda etapa de la civilización, plantea claramente que la ‘casta’ del poderoso intentaba dominar sin demasiados esfuerzos, aplicando los métodos que eran de la época.

Hoy con otros mecanismos que acercó la moderna civilización, los sucesos no difieren demasiado. Argentina postergó casi cuatro generaciones. Las sometió, les restó posibilidades de crecer, formarse y ser parte de la construcción de un nuevo país. Fundamentalmente les hizo perder la ‘cultura del trabajo’ y les limitó ‘el acceso a la educación y a la salud’.

La tarea la realizaron sin percatarse que el mundo a su alrededor estaba en un profundo cambio, y si lo vieron pensaron que nunca iba a llegar y siguieron luchando por mantenerse en el poder y desde allí con las mismas recetas -aunque cambiaran los nombres y algún procedimiento- imponer sus egos y ambiciones personales sobre los que comenzaron a sentirse cómodos en un escenario en el cual les daban todo lo que necesitaban para vivir, mal, pero vivir al fin.

Era mantenerlos en la oscuridad, aunque -reiteramos- el mundo abría ventanales y las nuevas generaciones comenzaron a visibilizar que podían dejar atrás esa vida miserable, sometida y plagada de necesidades y que para ello debían esforzarse y comenzara formar su ‘propia casta’.

Sobre ese segmento es que se está desarrollando el trabajo político que realiza el fundador de Libertad Avanza. El logro electoral de las PASO, no fue fruto de la casualidad, sino un signo claro de la causalidad, que acciones equivocadas han generado un terreno fértil para lograr frutos.

Subestimar a los que se van corriendo de la oscuridad y que procuran alcanzar claridad, más allá de los esfuerzos que deban realizar para lograr alcanzar objetivos de recuperación social y económica, resultaría un error que puede tener un resultado frustrante que conduciría al fracaso.

Por eso, tomando verdadera conciencia cívica de nuestros derechos -que siempre conllevan obligaciones-, nos vemos sumergidos en debates competitivos de la contienda electoral desagradables para el ciudadano de a pie, que sólo busca, desea y exige soluciones.

Deben instrumentarse políticas de Estado, donde la finalidad lo constituya la recuperación y consolidación de un tejido social hoy deteriorado, que pone en riesgo mantener la institucionalidad del país.

Cuando definamos correctamente a qué ‘casta’ se refieren las expresiones del libertario, se podrá apreciar que una gran mayoría coincide. Eliminar la ‘casta corrupta’, dijo en alguna oportunidad y en ese aspecto existen coincidencias. Lo importante sería distinguir, porque ‘casta’ somos todos, aunque estemos ubicados en distintos segmentos de la sociedad.

El tema, creemos es pasar de la más absoluta ‘oscuridad’ a poder ver al final del túnel la luz que nos asegure que todavía tenemos esperanza de alcanzar el futuro. 
 

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