Es imposible para los memoriosos no comparar este formidable presente de Costa Brava en el Federal A de fútbol, con aquel que abrió la puerta a torneos nacionales para equipos de la Pampeana en el inicio de la década del ‘80. Son dos hechos históricos, separados por casi medio siglo de diferencia.
Los que en aquel momento éramos muy chicos y ahora estamos bastante grandes, recordamos la visagra que fue para nuestro fútbol norteño, que un representante llegue a un Regional y haga un muy buen papel, en un certamen distinto, pero tan o más difícil que este actual torneo federal.
Aquello fue histórico, Costa lo consiguió -siendo el primer clasificado- hacer quedar muy bien al fútbol de la Pampeana, en una experiencia donde se enfrentó a las potencias del fútbol mendocino y neuquino. Hoy, con una realidad muy distinta, un fútbol diferente, Costa vuelve a hacer historia, logrando -en su primer Federal- ser puntero absoluto y ya quedar clasificado para luchar por el ascenso al Nacional y a la vez asegurarse un lugar en Copa Argentina y en la próxima temporada de esta divisional.
Y en estas comparaciones, encontramos como coincidencia, lo que fue aquel Miguel Díaz, llegado del fútbol santarroseño como refuerzo a ese Costa 1980 a lo que es hoy, en la actual formación, Jerónimo Gutiérrez, letal en el ataque albirrojo.
Miguel, sólo estuvo en Costa para ese Regional mencionado y volvió a la capital pampeana, tiempo suficiente para que quede grabado en las crónicas futbolísticas de esa época y sea considerado, por esos memoriosos, como uno de los mejores delanteros de la historia grande del los costeros.
No sabemos cuánto tiempo Jerónimo va a vestir la camiseta albirroja, porque ya hay más de uno que lo está “fichando” para intentar llevárselo o la decisión que tome él, porque sin dudas vive un gran presente futbolístico, pero se reconoce hincha de All Boys de Santa Rosa, club al que le costó una enormidad dejar para aceptar la propuesta piquense.
¿Tanta coincidencia hay?. No sé si mucha, pero existe, partiendo de que los dos recorrieron un camino similar para llegar a Costa: triunfando en el fútbol santarroseño y llegando a lucharla en planteles muy competitivos.
Miguel llegó a formar ataque con nombres como los de Pablo Ramírez (tal vez el mejor de todos los tiempos), el inolvidable “Pescado” Rodríguez, que es otro del que ningún hincha de años olvidará jamás.
Así y todo, este potente, veloz y goleador que fue Miguel Díaz, se ganó un lugar en el equipo titular que armaba Juanca Martín y en el corazón del hincha costero...
Y con “Jero” está pasando lo mismo. Porque si algo tiene este Costa, son “9” como Gutiérrez: caso Uriel Iehara, Brian Noriega y el experimentado Juan Amieva, sin olvidarnos de que hasta hace poco estuvo el goleador Ramiro Fredes.
Y, podemos opinar que debe jugar este o el otro, pero junto a Jerónimo, no por él.
Es cierto que en la fecha que viene, cuando Costa vaya a Río Cuarto, no podrá jugar esta nueva figura costera, por haber llegado al límite de amonestaciones, pero si algo, a nuestro criterio, no se discute en la formación que pueda elegir Chap es que, si está para jugar Gutiérrez, son “él y 10 más”.
Puede sonar exagerada la última frase, pero es una forma de entender lo que son los jugadores desequilibrantes, como lo fue Miguel, y como lo es Jerónimo en el salto de calidad que buscan tener todos las formaciones. Claro que uno no desconoce lo que aporta en volumen de juego un Lautaro Ibarra, la firmeza defensiva que tiene este Costa, partiendo de un gran arquero (Silva) y el cuarteto del fondo liderazo por el gran Pablo (Agüero). Pero en esta nota quisimos, ni más ni menos, comparar estas dos páginas históricas que quedarán en los archivos albirrojos, y encontramos esta similitud entre dos atacantes formidables: aquel Miguel Díaz de los ‘80 y este Jerónimo Gutiérrez, modelo 2025.





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