La crisis que viven las automotrices no se limita únicamente a la falta de autos 0km, sino que ahora hasta la posventa, uno de los aliados para seguir operando, al igual que los autopartistas, que seguían abasteciendo a las terminales locales, están teniendo problemas para seguir trabajando de manera normal. Todos los rubros consultados advierten que no ven una solución en el corto plazo.
Los autopartistas admiten que se están consumiendo el stock que tenían en sus empresas, y que no queda mucho margen para sobrevivir y seguir con un abastecimiento normal a sus clientes, lo cual podrá limitar la producción de autos nacionales, que hasta ahora se sostienen.
Entre uno de los rubros con dificultades están los talleres mecánico. El problema principal se encuentra en que no hay repuestos, y para arreglar un auto se pueden demorar más de 90 días, con suerte, y con precio a definir.
Varias marcas están sufriendo el inconveniente y el problema es cuando esos repuestos son clave para que el auto ande, lo cual se convierte en una encrucijada para sus dueños si es que necesitan usarlo todos los días. Además, no escapa marca ni modelo.
La provisión de baterías también está en una grave crisis, ya que muchos fabricantes locales no tienen insumos para producir las unidades y hay faltantes que empiezan a sentirse en todas las marcas.
En el caso de los fabricantes de partes locales también la situación es grave, y ya advirtieron que tienen margen para fabricar por un plazo máximo de tres semanas. Luego, tendrán que cerrar las plantas.
"Algunas empresas ya tienen faltantes de repuestos de máquinas y de algunos materiales. Aún no generalizado porque se están consumiendo los stocks", explicaron referentes del sector.
En cuanto a la urgencia de encontrar soluciones, la respuesta fue clara:
"Una vez que se terminen los stocks, en una, dos o tres semanas, se empieza a parar la producción", alertaron.
Por otro lado, la situación se agrava por falta de dólares para pagar a los proveedores internacionales. "Nos afecta mucho la posibilidad de hacer frente a los compromisos de pago a proveedores del exterior de materias primas e insumos para poder producir por falta de divisas", agregaron.
Ante este contexto de incertidumbre, la venta de 0km comenzó a frenarse hace unas semanas, desde que el dólar superó la barrera de los $300. Los vendedores explican que no se puede cerrar una venta sin saber cuándo se repondrá la unidad y a qué precio.
Algunas automotrices, apenas el blue pasó los $270, actualizaron los listados de precios dos veces en un mismo mes, y ahora prefieren dejar las operaciones en stand by porque el panorama está muy incierto y seguramente habrá grandes subas de precios.
Esta realidad es mucho más grave para las importadas. "Las terminales van a determinar cómo sigue todo. Si no aseguran reposición a los concesionarios, estos no van a vender porque no tienen donde canalizar los pesos", explicó una fuente del sector.
Mientras tanto, desde la Asociación de Concesionarios se espera que la venta de 0km se paralice y con ello las expectativas hacia fin de año son cada vez más "negras".




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