Las “tenidas” interpartidarias han sido “batallas campales” donde abundaron los capertazos, los insultos, las denostaciones mostrando el lado oscuro de la política, el que se transita junto a un crecido marco de deshonestidad que resulta preocupante.

Las acusaciones que ha hecho públicas el presidente de la Nación, Javier Milei, son difíciles de explicar, en tanto por un lado buscó salir del atolladero en el que estaba inmerso, tras el frustrado episodio de la “Ficha Limpia” y las categóricas afirmaciones que lo involucraban en una maniobra con el ex gobernador Rovira.

En procura de eludir y desvirtuar ese comentario, buscó un “chivo expiatorio”, Mauricio Macri, ex presidente y presidente del PRO, hoy deslucido y camino a perderse en la oscuridad política.

No solo se produciría esa desaparición por efecto del ataque libertario, sino que su propia gente, aquella que siempre le respondió, está buscando “palenque donde rascarse”, única forma de mantenerse en las “mieles que regala el poder”.

Hoy, ante escenarios de marcadas diferencias, solo se pueden observar, sin demasiadas certezas, evaluaciones emergentes de analistas, consultores y encuestadores que van tirando números y ubicaciones cambiantes que, de ninguna manera, constituyen una seguridad de aquello que podría acontecer el domingo 18.

Los roces que se han producido en las últimas horas entre los dirigentes de mayor peso en cada sector, alcanzaron un nivel pocas veces visto. 

Acusaciones de diversa naturaleza, se cruzan mutuamente para lograr convencer a un electorado -el porteño- que define, en elecciones locales, quiénes serán los integrantes legislativos que dirimirán y darán poder de decisión: por un lado el oficialismo, representado por el Jefe de Gobierno, Jorge Macri; empodera al partido presidencialista La Libertad Avanza, en la figura de Adorni, recupera el peronismo-kirchnerismo en la figura de Santoro, poder y presencia tras las frustraciones de los resultados recientes en las locales de Salta, San Luis, Jujuy y Chaco.

Este proceso está en marcha y, según se puede apreciar, no existen tendencias concretas que permitan aventurar un resultado.

La motosierra y regulación a full

Mientras esto sigue, rumbo a la culminación de las campañas, se están conociendo las nuevas medidas que fueron anunciadas por el área del Ministro de Desregulación y Transformación del Estado de la Nación Argentina, comandado por Federico Sturzenegger. 

El Gobierno no renovará el contrato de los trabajadores del Estado que no aprobaron el examen de idoneidad. Se adelantó posibles cambios en negociaciones salariales, impuestos y más recortes. 

Merma de impuestos. Sturzenegger admitió que “podrían perderse empleos en Tierra del Fuego” pero destacó “un gran paso”, que está estrechamente relacionado con la medida del área económica del retiro de aranceles a un amplio espectro de productos importados, fundamentalmente tecnología, telefonía celulares, televisores, aires acondicionados y otros electrodomésticos que ingresarán a competir con la industria local.

Este movimiento que han anunciado tendrá continuidad después del domingo, ha generado una enorme inestabilidad no solo en los sectores de trabajadores que ven peligrar sus fuentes de trabajo, sino varias empresas que sostienen no podrán competir en precio con aquello productos que ingresen del exterior.

Un presidente desatado

Con un indicador de inflación por debajo de 3, 2,8 que acumula un 47,3% interanual. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró un descenso respecto de marzo. El gobierno festeja.

Para el presidente libertario y su equipo es un logro que señala se avanza hacia los objetivos fijados, reforzar el Superávit Fiscal y mantener Déficit Fiscal cero. Ratifican estos indicadores que la política que está llevando a cabo da positivos resultados y eso lo anima a manifestar que se aceleran las metodologías para culminar con las reformas propuestas. Habrá más ajuste, achiques, privatizaciones, cierres, fundamentalmente del Estado Nacional y las reparticiones que conforman su estructura, más allá de su funcionamiento autárquico.

Esa euforia desbordante se percibe fácilmente en su intransigencia, vehemencia y virulencia en sus encuentros con el periodismo que le responde.

CABA es su objetivo

Cuando todo hacía presumir que podía ausentarse de Argentina con una pequeña comitiva para asistir -igual que otros mandatarios del mundo- a la asunción del Papa León XIV, privilegió las elecciones en Buenos Aires.

Según dejaron trascender sus más estrechos colaboradores: “Se queda porque apoya al vocero Manuel Adorni y cada voto cuenta”. Por otra parte, en su corta exposición en el cierre de campaña de su candidato dijo: “Vamos a poner un clavo definitivo a las pretensiones kirchneristas y a dejar de lado a los fracasados ‘amarillos”, refiriéndose a los representados por el ex presidente Mauricio Macri.

Semana difícil, de mucho conflictos, dimes y diretes, que pusieron de relieve alteraciones internas que pueden tener derivaciones inesperadas.

El lunes 19 mostrará otro escenario nacional. Habrá que esperar para saber y opinar.