En diferentes partes del mundo, se vivieron en la tarde-noche del lunes, momentos especiales diciendo “¡Sí! A las fiestas de San Juan”, y la localidad de Trenel también la celebró.
Durante muchos años, los pueblos de La Pampa tuvieron sus celebraciones que, que con el correr de los años, se fueron perdiendo. Muchos habitantes de los pueblos, de las generaciones del ‘30 y del ‘40, la recuerdan y comentan aún sobre las grandes fogatas en las esquinas de diferentes barrios.
En los días previos al 23 de junio, los vecinos salían de sus casas y en grupos buscaban, fundamentalmente, cardos secos para encender.
El ritual comenzaba alrededor de la hora de la cena con una gran fogata y se prolongaba hasta pasada la medianoche, donde se veía a la gente disfrutando, no solo del fuego encendido, sino también de la gastronomía casera y la música.
La fiesta tiene como figura principal al fuego, que simboliza darle más fuerza al sol y que los días sean más cálidos. Por otro lado, también significa que el fuego deje lo malo atrás y haya un resurgir. Como así también se rinde, durante todo el día 24 de junio, culto al sol, tan importante para nuestra vida.
Desde hace ya algunos años, en la localidad de Trenel volvieron algunas celebraciones de San Juan.
La fogata de San Juan contagia la magia de las antiguas fiestas con la tradición, las anécdotas, los juegos, las costumbres y las comidas tradicionales.
Trenel (Corresponsal)




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