Los actualizó y puso en un escenario de privilegio la ex vicepresidenta de la nación, Cristina Fernández de Kirchner, que en cada una de las múltiples charlas en cadena que realizaba, nunca dejaba de “carpetear” a quienes osaban hacer uso de la libertad de poder opinar diferente.
Así, inesperadamente, cayó un abuelo que había promocionado un regalo a su nieto y la ex mandataria no tuvo reparos en cuestionarlo e inclusive asignar una investigación que pudiera determinar cómo obtenía la moneda, regalo, al nieto.
En realidad no fue la única vez que utilizó las pantallas y medios nacionales para obligadamente, porque estaban sujetos a la ley que obliga a los medios a “entrar en cadena” y desde allí someter a quienes se oponían a sus designios para iniciarle investigaciones, enviarles comisiones de Afip si eran empresarios o fórmulas que pretendían acallar las voces que la contrariaban.
Los “carpetazos” existieron siempre, pero eran operaciones que trascendían porque los mismos “perseguidos” denunciaban las acciones siempre con un alto contenido político, pretendía cambiar la realidad a favor del poderoso.
Y hoy volvieron de la mano del presidente Javier Milei, quien se siente contrariado por la decisión de algunos legisladores que no comparten el criterio absolutista y dictatorial del primer mandatario que pretende se apruebe a libro cerrado el DNU y la multiplicidad de la Ley Base para una mejor argentina que procura una reforma integral del sistema institucional argentino.
Los puntos en disidencia son numerosos y se ha producido un suceso inédito por la cantidad de medidas cautelares de particulares, instituciones, grupos empresarios, dirigentes de diferentes cámaras dirigenciales de sectores de la producción, asociaciones de diferente naturaleza, entre muchos otros ámbitos que entienden las medidas que reformular 664 leyes, obra de Federico Sturzenegger, que de aprobarse sin analizarse en forma particular cada una de ellas, muchos sectores de la sociedad se verían seriamente afectados en lo económico, poniendo en riesgo la continuidad de las Pymes, entre otros ámbitos de la producción.
Esta situación ha disgustado al fundador de La Libertad Avanza, que amenaza con comenzar a instrumentar carpetazos contra diputados del PRO y Juntos por el Cambio, que se niegan a aprobar a libro cerrado.
El caso que ha trascendido -aunque no es el único- es el de Martín Tetaz, quien ha manifestado no estar de acuerdo con la exigencia presidencial y este ha dejado en claro que se niegan a derogar las leyes que contiene la Ley Base.
Si bien el Presidente profundizó en los últimos días las acusaciones contra los legisladores que manifiestan su rechazo o reclaman modificaciones a la ley ómnibus, el economista platense se habría convertido en uno de los adversarios al que más desprecia después de objetarle la derogación de la fórmula jubilatoria contemplada en el proyecto.
Luego de haber acusado a los diputados de “coimeros”, Milei empezó a sembrar públicamente la inquietud sobre si efectivamente los diputados “llevan un nivel de vida acorde con lo que ganan como políticos” y amenazó con investigarle los “stocks” en lugar del “flujo”, una manera muy clara de decir que investigará cómo construyeron su patrimonio.
La amenaza del presidente Javier Milei llegó a los medios que recogieron expresiones que mostraron la notable alteración que está sufriendo al percibir que no concretaría su objetivo. Entre las cuestiones que subrayó hará está la de “No quiero contarle las costillas a nadie, pero si no me dejan construir el futuro, tendré que empezar a revisar el pasado”.
Se repiten las acciones que muchas veces se criticaron de quienes utilizando el poder político y el manejo de áreas específicas, tales como áreas de controles impositivos, las utilizan para lograr sus objetivos, más allá que esto no condice con la “libertad de opinar y actuar como crea y entienda debe hacerlo el ciudadano”.
Se sigue discutiendo en las sesiones legislativas que se están realizando y desde dónde deberían salir los acuerdos para alcanzar el número de legisladores que se requieren para ser aprobadas y que pasen a ser discutidas en el pleno parlamentario.
Muchas dudas en torno al logro de la mayoría. Se especulaba que las negociaciones a nivel personal continuarían y podrían resolverse el fin de semana, cuando ya esté en Argentina el presidente Javier Milei, para que preste conformidad a los posibles acuerdos que pudieran obtenerse.
De todas formas, el 31 de enero culmina el plazo de extraordinarias y debería tener una definición, dado que de no ocurrir legalmente deberían instrumentarse otros mecanismos, pero no podría aplicarse el contenido de la Ley Base.
Queda pendiente y, debería resolverlo la Justicia, el DNU. En síntesis, muchos interrogantes y pocas certezas.
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