El PT fue un monólogo de los culés. Los de Flick se adueñaron del partido mientras la Casa Blanca estuvo perdida. Tan sólo un disparo -que no fue al arco- contra nueve de su rival. A los 28, se rompió el cero en Sevilla. Yamal desbordó por la derecha y, tras juntar a tres rivales, pasó la pelota hacia atrás para Pedri González, quien desde fuera del área, lanzó un misil que se incrustó de lleno en el ángulo derecho de Courtois. El blaugrana tuvo más chances, una clara cuando Dani Olmo casi convierte un gol olímpico que fue denegado por el palo.

El ingreso de Mbappé en el ST cambió la dinámica por completo. Real Madrid generó peligro. Vinicius tuvo reiteradas situaciones, que fueron evitadas por Szczesny. La estrella gala fue determinante. A los 25, De Jong lo sujetó en un contraataque, lo que resultó un tiro libre. Del mismo se encargó Mbappé, marcando un golazo al palo del arquero. El envión anímico del Merengue revoleó el tablero. Siete minutos después, Guler lanzó un córner que asistió a Tchouamení quien, de cabeza, dio vuelta el marcador.

Pero a los blaugranas aún les quedaba tinta en el tintero. A 5 del final, Yamal asistió a Ferran Torres que amagó a Courtois y, con el arco libre, empató. El suspenso hizo presencia La Cartuja. En la última jugada, Martínez Munuera cobró un penal para Barcelona tras una falta de Asencio sobre Raphinha. El VAR lo llamó, rectificó y corrigió su decisión. En el alargue, a 5 minutos de que termine el segundo tiempo extra, Koundé remató desde la medialuna del área que superó a Courtois, puso el 3-2 y sentenció el triunfo para Barcelona.