El hecho delictivo tuvo lugar minutos después de las 20:00 horas en un complejo de departamentos ubicado en calles 300 y 121.

Dos malvivientes se introdujeron al lugar aprovechando la oscuridad nocturna, y tras saltar tapiales (hecho que agrava la figura delictiva por escalamiento) llegaron a un departamento de dos plantas y sorprendieron a un hombre que se encontraba en el interior.

Los cacos redujeron a la víctima y mediante amenazas le exigieron que ‘no los mirara’‘, por lo que el damnificado no podría reconocerlos. Incluso le habrían tapado la cabeza con una campera, según conoció La Reforma.

Seguidamente le sustrajeron dinero en efectivo y varios artículos electrónicos, con los que se dieron a la fuga.

En el hecho tomó intervención la fiscal Verónica Campo, la Comisaría Primera y la Brigada de Investigaciones de la Unidad Regional II de Policía.