DOMINGO 07 de Diciembre de 2025
 
 
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Armonía, solo para la “tribuna”...

Siempre ha sido igual, la ciudadanía no solo espera recuperarse, en la medida de lo posible, sino que está esperanzada: que dejen de pintarle un panorama de entendimiento cuando la realidad muestra que internamente se están matando; políticamente hablando.

Tras las alternativas que se vivieron, el desarrollo y resultados finales del proceso electoral de medio término, donde se eligieron legisladores nacionales que deberán cubrir las vacancias de los que concluyen mandato en diciembre, se podría llegar a presuponer que ganadores y perdedores abandonarían las internas y se dedicarían a ver cómo construyen.

Esta situación no difiere de anteriores procesos. Los resultados obran como incentivos para que se inicie la etapa de los reproches y se concrete la “vendetta” de quienes se vieron superados por la decisión del “soberano”, que elige aquello que más le conviene a su futuro y al de su familia.

Aunque en este caso se registró un fenómeno, que solo ha logrado producir el advenimiento libertario bajo la conducción de Javier Milei, el seguimiento de un target de primeros votantes y jóvenes que se sienten representados en su natural rebeldía juvenil.

Ese voto, que no se dejó endulzar por las “mieles” de la política tradicional, sacudió la “estantería” y hoy aparecieron los cazadores de “brujas” que quieren encontrar responsables de su propio fracaso.

Son pocos, realmente muy escasos, aquellos que hacen un “mea culpa” y analizan por qué la sociedad les dio la espalda. Todos tienen motivos y son razones que se fundan en diferentes vivencias pero, fundamentalmente, que la política tradicional ha sufrido un profundo desgaste a lo largo de estas últimas cuatro décadas y, más allá de no estar de acuerdo integralmente con “el cambio”, deciden probar y ver qué pasa.

Pero esa determinación, que se materializó en las urnas, pareciera que no estuvo dirigida a ellos sino que fue un efecto de errores cometidos en la campaña.

La realidad indica que se están equivocando. Se está forjando un nuevo votante, el proceso de las dádivas, prebendas o, simplemente, la compra ocasional del voto ya está fuera de época.

Podrán quedar rezagos de los sectores que nacieron, vivieron y formaron sus familias dentro de ese compartimento que supo generar la política tradicional y acondicionarlo para tener el poder y determinar cómo viven y a quién deben elegir.

Pero los resultados muestran que la transformación está llegando de la mano de las nuevas generaciones que tienen otras oportunidades y, tal vez, una mejor formación, ante la proliferación en imperancia de medios comunicacionales que son el despertar de la nueva tecnología.

Es un nuevo acontecer de la vida política. Presumiblemente, todavía no se ha internalizado en toda la sociedad, pero el cambio es evidente. Una parte de la ciudadanía reniega de su pasado y opta -aunque le disgusta cómo la está pasando- por aquello que hoy le dice que las reformas y transformaciones se seguirán produciendo.

Alegan que este es un paso necesario para alcanzar la recuperación, mostrando en su haber positivo el “no haber mentido” y se jactan de que esto mismo ha sido reconocido por una gran mayoría, materializada en casi todo el país.

Sufren y padecen situaciones angustiantes desde el punto de vista económico. Muchas familias han tenido que restringirse al máximo para, a duras penas, lograr mantener un equilibrio financiero hogareño en los temas alimentación, salud, escolaridad, prescindiendo de aquello que naturalmente se merecen, pero no alcanzan con sus ingresos.

En este marco, que pareciera no ser comprendido por una gran parte de la clase política, se realizan los aprontes para enfrentar el desafío de los dos años que restan para el mandato de Javier Milei. Es en estas circunstancias que se ha desatado una “caza de brujas”, no entendible, debido a los resultados.

En esta alternativa, generada en la disputa por los espacio de poder, también ha caído el oficialismo. El cual no solo está cumpliendo con la reformulación del staff gubernamental y buscando a quiénes se pueden adaptar mejor a esta nueva etapa transformadora, sino que además, el presidente libertario procura sólidos cimientos para los espacios de mando.

Hubo reuniones varias, la última fue con el ex presidente Mauricio Macri, quien de alguna manera, condicionó las temáticas a tratar cuando manifestó, antes de reunirse, que para el 2027 el PRO tendrá nombre para disputarle el liderazgo a Milei.

Fueron “milanesas de por medio” y a las apuradas, debido a la necesidad que tiene Milei de ratificar mayoría en el Congreso para poder lograr el objetivo de que sus leyes se aprueben. Pero la seriedad de Macri, imagen recogida por el periodismo que esperaba fuera de los límites de Olivos, mostró que el internismo y la disputa por las primacías está vigente. Se reúnen, pero no se creen.

Empoderado Santiago Caputo, aunque condicionado; elevado el poder de Karina Milei que conserva intacto el manejo del veto; confirmada la salida del único político formado, gracias a su paso por diferentes gobiernos, resultando la figura confiable para dialogar y consensuar, Guillermo Francos, hizo ascender al vocero presidente Manuel Adorni -quien no asumirá como legislador y será el nuevo Jefe de Gabinete-, con atribuciones que le irá marcando la cadena de mando, cuya cabeza es la hermana del presidente.

Hay varios cambios y enroques en la carpeta que tiene el presidente; aún no se han concretado todos los movimientos, pero es indudable que los nombres ya están. Ahora bien, deben aceptar, por encima de sus funciones, la figura de quien se establecería como la cabeza de un nuevo ministerio con amplias facultades: Santiago Caputo. Es el “triángulo de hierro” reforzado.

Todo hace suponer que la armonía existe puertas afuera, adentro, el internismo está en un grado de alta temperatura. Esto también ocurre en otros sectores, fundamentalmente, en los considerados opositores que no logran reestablecer fuerzas para enfrentar los dos años que aún le restan a la Libertad Avanza. La ausencia de nombres nuevos es una mochila pesada y brinda ventajas al proyecto libertario.

Armonía no, sonrisas forzadas por las circunstancias y necesidades evidentes plantean un escenario difícil y conflictivo. El tiempo dirá...

 

 

 

 

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