La situación política en todo el ámbito del país pasa por un trasfondo conflictivo, donde se plantean complejos entramados, que los tres sectores que se ven con mayores posibilidades, pretenden solucionar.
La tarea no resulta fácil, más allá que pretendan mostrar hacia afuera una solidez y fórmulas consensuadas a los diferentes criterios que se discuten internamente. Hoy están lejos -por ahora- de consolidar una fuerza homogénea, donde todos miren el mismo objetivo.
Juntos por el Cambio, tras la interna que dilucidó quién encabeza al sector en las elecciones de Octubre, sigue intentando convencer a un segmento del radicalismo que no termina de aceptar su condición, nuevamente, de acompañante.
Las expresiones de los máximos dirigentes ‘boinas blancas’ del país, muestran disímiles posicionamientos, pocos, por no decir ninguno, a tono con la decisión que arrastró al partido centenario a ser nuevamente furgón de cola del Frente que ya probara esta suerte de acuerdo, que no fragua ni conceptual ni ideológicamente, con la candidata del PRO Patricia Bullrich.
En una de nuestras entregas, en esta columna, habíamos señalado que la decisión del presidente de la UCR, Gerardo Morales, no había sido compartida por la generalidad del radicalismo, que habían resuelto en la convención partidaria, seguir sumados a la coalición de JxC, pero siendo ellos los que encabezaran la lista.
Las razones que se expusieron eran lógicas y por otra parte ya habían mostrado debilidades reales con la otra composición, la misma que hoy vuelven a reiterar.
Pero desconociendo los objetivos que animaron al gobernador jujeño para aceptar ir segundo, contradiciendo la voluntad de la mayoría de su partido, de alguna manera, provocó ‘fisuras internas’, que se intentan disimular, pero que conspirarán con un resultado positivo a la hora de votar.
El ‘todos juntos’ suena vacío de contenido, sin analizar las posibilidades de un resultado en las generales del 22 de Octubre. Ese capítulo está reservado para los encuestadores y analistas políticos. Nosotros percibimos la realidad de la calle, la que se palpa dialogando con el vecino que, allí, muestra claramente que piensa y hoy pareciera que no está en coincidencia con esos mensajes de los políticos.
De alguna manera la candidata a presidente por JxC, ya comenzó a delinear su equipo y nuevamente el radicalismo no tuvo lugar para opinar y Melconian y todo su equipo perteneciente a las vertientes de Mediterránea serán la fortaleza de un manejo ministerial en el cual estarán delineadas las formas del futuro gobierno.
No se los vio muy convencidos, pero de puertas afuera pretendieron mostrar una cohesión con las fuentes programáticas más profundas del quien fuera el hacedor de la organización cordobesa, Domingo Cavallo. Difícil de creer, más allá de los discursos y las forzadas sonrisas que se pretendió convencieran al soberano.
Por el lado de Unión por la Patria, las cosas tampoco son fáciles y los disconformes se manifiestan sin tapujos cuando les ponen un micrófono para que se expresen.
Las recientes declaraciones del verborrágico Juan Grabois, fueron una muestra de la ebullición que se está viviendo en el armado del frente que pretende, en la figura de Sergio Massa, volver a sentarse en el sillón de Rivadavia.
El silencio de la Vicepresidenta, ausente de todo lo que está conmoviendo a la sociedad, tanto en lo político, económico y social, ha generado un vacío interno que preanuncia que nada está bien.
La velada amenaza de Grabois a la sociedad si el poder eleccionario les es desfavorable, deja mucha tela para cortar. Es algo así como: ‘Si no vamos nosotros, el país se incendia’.
Otros pseudo dirigentes -caso Luis D’Elía- hablan de que ‘correrá sangre’ y los que ejercitan la demostración diaria con los ‘piquetes’, señalan que este es el principio.
Lamentables episodios que hablan de la ausencia de ‘empatía social’ y es una clara evidencia de que no quieren relegar el poder, desconociendo la voluntad popular.
Finalmente sigue siendo el epicentro de las miradas el libertario Javier Milei, ahora con mayor moderación en algunos temas urticantes y poniendo en el escenario a posibles integrantes de su futuro gabinete, que han aparecido como expresiones de su gobierno, si llega a la presidencia.
Las diferencias están muy marcadas y como ha ocurrido hasta ahora los que adelantan pronósticos muestran que resultan espasmódicos números que surgen del ciudadano de a pie y que no reflejan la realidad que está viviendo el país.
Falta tiempo, pero no tanto. Los quebrantos que alteran el normal desenvolvimiento de la Nación, pasan de la euforia a la bronca con inusual rapidez. La dual conducción que tiene el país con un ministro de Economía, que juega el doble papel de conductor y ordenador de una economía alterada, y que pretende ganar espacios políticos, con su carrera como candidato presidencial, no ofrece garantía ni solidez para que la sociedad tenga esperanzas.
Hoy todo se asemeja a una enorme ruleta que gira a demasiada velocidad. El resultado puede ser una gran sorpresa.
Todos se están olvidando que la verdadera fuerza estará en poder de la ciudadanía cuando está frente a las urnas.
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