El albañil de 30 años que fue detenido por una amenaza de bomba en la sede central de la Universidad Nacional de La Pampa en Santa Rosa reconoció la autoría del hecho en la declaración indagatoria que brindó ante el juez federal Juan José Baric y pidió “perdón” por lo sucedido.
Según confirmaron fuentes judiciales, el joven se confesó “arrepentido” y, como había deslizado cuando fue detenido en las afueras del edificio, explicó que lo hizo “porque no tenía ganas de ir a trabajar ese día. Pidió perdón y lloró”.
La defensa, por su parte, pidió su excarcelación, aunque la respuesta final se conocerá el miércoles, cuando llegue al Juzgado la respuesta sobre un pedido de informes para saber si tiene antecedentes. En caso de que no, seguramente recuperará la libertad. Mientras tanto, enfrenta una causa por el delito de “intimidación pública”.
El hecho sacudió la mañana santarroseña a primera hora del lunes, cuando oficiales de la división Explosivos de Bomberos, de la policía Federal y autoridades de la policía local llegaron al lugar para activar el protocolo de evacuación previsto ante la alerta disparada por el Centro de Control, Monitoreo y Operaciones (CECOM) tras haber recibido la llamada amenazante.
Así se generó el desalojo de las instalaciones que en ese momento estaban ocupadas por personal de la UNLPam y estudiantes, retomando su ritmo habitual luego del paro de la semana pasada. También, por extensión, hubo corte en el tránsito en las inmediaciones, además de la alerta a los comerciantes que funcionan en el centro capitalino por la situación.
Pese a la naturaleza “anónima” del llamado, el albañil -que es empleado de la empresa que realiza remodelaciones a la biblioteca de la UNLPam- no reparó en que el número del celular del que lo hizo quedaría registrado. Con ese dato, la policía lo identificó rápidamente y lo detuvo.
Agencia Santa Rosa
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