Días atrás, el Ministerio de Educación de La Pampa, a través de la Dirección General de Transversalidad de la Educación Inclusiva, dio inicio al Trayecto de Formación para Equipos de Apoyo a la Inclusión en la ciudad de General Pico. La subsecretaria de Educación, Sandra Galvez, destacó que el punto clave reside en “ver cómo podemos acompañar y adaptarnos a los cambios de época y las transiciones que se van generando, a nuevas formas de intervenir, a nuevas configuraciones de trabajo, siempre en función de las necesidades que se van identificando en los territorios”. 

Seguidamente, Ana Luz Guerra, directora general de Transversalidad de la Educación Inclusiva, reflexionó ante medios periodísticos que “no es casual que se haya iniciado en General Pico ya que tiene que ver con una configuración de trabajo que desde el inicio de año se viene realizando, con una nueva lógica de trabajo para los equipos de apoyo a la inclusión, con un acompañamiento a las trayectorias en forma multinivel, desde inicio de la escolaridad, en nivel inicial, hasta la finalización de la escolaridad obligatoria”.

Dos de múltiples experiencias tienen lugar en las Escuelas de Apoyo a la Inclusión Nº 2 “Carolina Tobar García” y “Escribano Jorge A. Picca”. En el primero de los casos, Natalia Cavallo, responsable de la institución, comentó que “como equipos de apoyos trabajamos a diario en abordajes territoriales y comunitarios, acompañando a los estudiantes en las escuelas de nivel, garantizando que puedan participar, aprender y permanecer en el sistema educativo. Trabajamos en corresponsabilidad con las escuelas de nivel y otros organismos de la comunidad. En nuestra institución se continúan con apoyos específicos a estudiantes con discapacidad auditiva, que llamamos en estos momentos ampliación del tiempo escolar. Los estudiantes reciben apoyos en contraturno, brindados por profesoras de sordos y fonoaudiólogas, donde trabajan habilitación auditiva, vocabularios, articulación, siempre pensados y proyectados para garantizar su independencia, autonomía y que puedan desarrollar las habilidades necesarias que garanticen su inclusión escolar y social. Cabe mencionar que no hablamos de tratamientos, sino de apoyos, andamiajes”.

Verónica Etchegorry, directora de la Escuela de Apoyo a la Inclusión Nº 2 “Escribano Jorge A. Picca” de dicha localidad, opinó que “desde el año pasado, hemos retomado la ampliación del tiempo escolar. Las actividades consisten en espacios de aprendizaje con contenidos personalizados para cada niño/a, por ejemplo el sistema braille, tiflotecnología, educación física, actividades de la vida diaria, transición a la vida adulta para que cuenten con recursos a la hora de compartir con sus pares, su familia y la comunidad, en pos de un desarrollo armónico e integral. Utilizamos todas las herramientas que tenemos en la escuela para brindarles conocimientos específicos”.

Cavallo sostuvo que el impacto de estas experiencias, tanto en estudiantes como en las familias, siempre es positivo. “Es fundamental la presencia de la familia, un pilar importantísimo. Pudimos comprobar en todos los años que llevamos adelante estos apoyos, que son necesarios para la inclusión de las personas con discapacidad auditiva, que tienen gran impacto en las trayectorias escolares de los estudiantes. También impactan en su autoestima, su desenvolvimiento en la sociedad, generando confianza en sí mismos e independencia. Cabe destacar el profesionalismo, compromiso y responsabilidad del personal de la institución que lleva a cabo dichos apoyos”. 

Etchegorry aportó que las respuestas de los y las estudiantes son hermosas tras cumplir los objetivos propuestos, en función de sus condiciones y potencialidades. “También son buenas las respuestas de sus familias, ellos tienen la seguridad de que nosotros trabajamos con sus hijos con todo el compromiso y amor que merecen, desde nuestra profesión siempre vamos a querer que ellos se encuentren bien a través de la realización de diferentes actividades. Contamos con egresados que tienen una vida bonita, de calidad”.

En cuanto a los desafíos en términos de inclusión educativa, Natalia Cavallo compartió que “debemos seguir fortaleciendo el paradigma de Educación Inclusiva, generando apoyos para estudiantes y familias, consolidarnos como equipo, trabajando en corresponsabilidad y en redes con la comunidad, para acompañar cada trayectoria escolar en el territorio”. Verónica Etchegorry sumó que “el desafío es poder ver en unos años que todos los y las estudiantes son sujetos de derecho, son partícipes activos de la sociedad, planteado desde el compromiso, la humildad y la empatía en cada uno de los abordajes que nos interpelan”.