VIERNES 20 de Junio de 2025
 
 
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A descoser los colchones...

Según los cálculos realizados por funcionarios nacionales, los datos surgidos de quienes desarrollan su actividad en el rubro financiero y quienes dicen saber, los argentinos hace varios años vienen durmiendo sobre los dólares con los cuales rellenaron sus colchones.

Tal vez sea una realidad y nosotros no la vemos porque analizamos los quebrantos y la decadencia de gran parte de la sociedad y resulta difícil encontrar tantos que pudieron dolarizar sus ahorros; dado que, en realidad, hace varias décadas que no tienen oportunidad de juntar recursos para cubrir emergencias.

Que los hay, no nos cabe ninguna duda, pero que sean tantos es una variable que nos cuesta entender.

Que los excesivos controles monetarios y factibles inversiones que se realizaban eran observados con lupa por el organismo de contralor, antes AFIP hoy ARCA. fueron determinantes para que, quienes podían atesorar lo hicieran en dólares y del “mercado paralelo” para no tener problemas, es una realidad que se ha vivido hasta ahora.

Y decimos hasta ahora llevados por los permanentes mensajes del área económica del gobierno mileiano y de sus principales funcionarios que han salido a pontificar las bondades de poder hacer uso de los dineros que les pertenecen, sin estar pensando en inventar de dónde procedían esos recursos.

La normativa que respaldará esta medida gubernamental espera se convierta en una ley que procure darle seguridades a los pequeños ahorristas y que saquen -como dicen- del colchón esos ahorros y concreten alguno de sus objetivos, paralizado por temor a no poder responder sus orígenes.

Ante los crecientes temores ciudadanos que lo prometido no se cumpla -de eso los argentinos tenemos escuela- el titular de la Jefatura de Gabinete, Guillermo Francos, planteó que “la idea del Gobierno es bajar a dos años el plazo de prescripción para proteger a los ahorristas”.

El funcionario señaló que “el objetivo del proyecto no es sólo facilitar el uso de estos ahorros, sino también garantizar que la información sobre el patrimonio de los ciudadanos no sea revisada exhaustivamente a futuro; para eso, la idea del gobierno liberal es reducir el periodo de prescripción a dos años, actualmente son cinco”.

De alguna manera, con palabras diferentes y un inteligente planteo político, a los cuales nos tiene acostumbrado el titular del Gabinete del presidente Milei, no se llama “blanqueo”, pero se le parece bastante.

Guillermo Francos enfatizó que “esta iniciativa no solo beneficiaría a los ahorristas individuales, sino que también tendría un impacto positivo en el comercio y la industria, al aumentar la circulación de capitales”.

Por otra parte, y como parte de los argumentos esgrimidos en la reunión informativa mantenida con 17 gobernadores, vía Zoom, “señaló que el movimiento adicional en la economía permitiría a las provincias incrementar su recaudación impositiva”.

Si esta nueva normativa que procura se entienda como una manera de instrumentar libertades individuales es uno de los objetivos que persigue, no se vió claramente reflejado en desconocer que en el país hay 24 gobernadores, todos con los mismos derechos y obligaciones.

La reunión que se concretó -no en forma personal- con 17 mandatarios, ignorando a siete, se supone por una cuestión claramente ideológica que atenta directamente en perjuicio -si esto fuera realmente provechoso- de un sector de la ciudadanía del interior del país, a la que ahora se suma CABA, dado el enfrentamiento que sostiene el presidente Milei con el titular de la Ciudad, Jorge Macri.

No pareciera ecuánime ni equilibrado en lo que se refiere a las obligaciones que debería tener el primer mandatario del país con gobernadores que se manifiestan políticamente en un marco opositor, que de ninguna manera los erige en enemigos, solo en adversarios políticos.

Estos aspectos parecieran ser argumentos inadmisibles para el presidente libertario Javier Milei y los integrantes del “triángulo de hierro”. Según sus acostumbradas expresiones: “Son enemigos”, pertenecen a la casta política que señala como corrupta; los agravia, insulta, menosprecia y se olvida que fueron elegidos por el pueblo, al que representan.

Para generar un rechazo, primero deberían haber cumplido con la obligación institucional de invitarlos. Aquellos que resolvieran no ser partícipes, brindarían las explicaciones del caso, como lo manifestó el gobernador santafesino Pullaro y, finalmente, deberían responder a sus diferentes comunidades.

Guillermo Francos, dejó abierta la puerta, como buen político que es, entendiendo que esta medida que intenta se vuelquen al mercado nacional los ahorros en dólares tiene alcance nacional y ya son numerosos los pequeños ahorristas que “tijeras en mano” abrieron los colchones para hacer las inversiones que hace años pretenden.

El camino ya se empezó a recorrer y parte de la normativa se está cumpliendo bancariamente y nadie tiene que preguntar de dónde surgen los fondos con los cuales se atesora en una cuenta dólares. Los mismos que se podrán extraer sin que nadie pregunte cuál es el destino.

El país debe estabilizarse, no solo económicamente sino en la comprensión inteligente que todos, piensen como piensen, son fundamentalmente y primero que cualquier consideración: Argentinos.

Hacen falta más Francos y menos “Santiagos Caputos”. Ese es el camino que marca una plena Democracia, donde todos tengan los mismos derechos y obligaciones.

Honrar a la Carta Magna es una consigna inapelable.

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