Así como José Hernández fue para la literatura gaucha, Gabino Ezeiza se convirtió el referente por excelencia de la payada argentina. Ésta, asociada a las pulperías, al gaucho, al trabajo del campo, tiene como principal referente a un porteño descendiente de negros esclavizados, un ejemplo más de cómo la mixtura entre los inmigrantes, los nativos y el criollo conforman parte de la identidad nacional, en esta parte de la región.
La leyenda cuenta que a los 15 años le regalaron su primera guitarra, luego de las experiencias de haber escuchado en una pulpería al famoso payador Pancho Luna, quien lo deslumbró. Más tarde se convirtió en su maestro.
Sus primeros acercamientos con la palabra y el verso fueron a través del periódico “La juventud” donde colaboraba publicando poesías.
La payada tuvo una enorme divulgación en Sudamérica, sobre todo en Argentina, el sur de Brasil, parte del Paraguay, Uruguay y Chile. En 1884 se realizó en Paisandú el primer encuentro de payadores que tuvo como protagonista a Gabino Ezeiza y Juan de Navas. Gabino resultó ganador por su décima “Heroico Paisandú” un tema que se presentó así: En los primeros cuatro versos se presenta, se desarrolla en los seis siguientes, y el décimo concluye.
Gabino Ezeiza se hizo conocido por innovar en las formas de la payada, producir cierto contrapunto con los versos que endulzaban y picanteaban las pulperías, e introducir el ritmo de milonga.
Hasta entonces los payadores cantaban en cifras y habaneras. Se dice que la primera vez que Gabino utilizó la milonga fue en el encuentro con Nemesio Trejo. Es recordado el encuentro de contrapunto por esta zona, con el payador Maximiliano Santillán, a principio del siglo XX.
Para terminar esta nota diremos que Gabino Ezeiza nació en Capital Federal, el 19 de febrero de 1858 y falleció el 12 de octubre de 1916.
Colaboración: Daniel Mollani
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