Tiene hasta el 28 de este mes para descansar, estar en familia y relajarse después de tantas exigencias, pero igualmente no descuida su físico. Prueba de ello es que ayer lo encontramos en el gimnasio de “Pucho” Aguilera, un reconocido preparador físico de nuestra ciudad.

Sobre esa constancia o profesionalismo para no dejar de entrenar, el talentoso zurdo del club cordobés explicó que “nunca te terminas de desconectar del todo. Por eso trato de mantener alguna rutina, porque después cuesta arrancar con el ritmo que impone una pretemporada o cosas por el estilo”.

Al recordar que recién el 27 de enero volverá la competencia, Rodrigo comentó que “vamos a jugar amistosos o torneos de verano, por eso tengo que presentarme dentro de diez días aproximadamente”.

El contrato con la “T” es hasta el 2025, algo que se firmó cuando fue transferido desde Instituto de Córdoba. “La idea es continuar porque este fue un año de aprendizaje, con mucha competencia, donde tuve un muy buen inicio, luego me lesioné una rodilla y eso me postergó mucho, pero pude recuperarme y terminar jugando a un buen nivel”.

Al pedirle definiciones de esta gran temporada, Rodrigo no pudo olvidar la final perdida en Mendoza, “porque un deseaba terminar el año con el título, la clasificación a la Copa Libertadores y esa derrota ante Patronato golpeó mucho. Pero bueno, ahora uno puede analizar todo más fríamente y me voy quedando con las cosas buenas que me pasaron, que fueron muchas”, valoró.

En cuanto a lo que significa volver a Pico, “es algo que también se valora. Porque si bien uno quiere jugar todo lo que puede y lo logré, eso me privó de otras cosas como las que disfruto en estos días, que es la familia, el asado con amigos, más allá de que uno tiene que seguir cuidándose y entrenando como lo estoy haciendo”.