MIÉRCOLES 24 de Abril de 2024
 
 
Compartir
Twittear
 

Una tranquilidad frágil

Realmente no debería sorprendernos. Es una inveterada costumbre que lo que se escribe con la mano se borra con el codo. Los reiterados anuncios políticos, que hablan de consensos, en su mayoría, vienen teñidos de un egoísmo personal, que desvirtúa la realidad que persigue la sociedad.

Nadie pretende negar que la ciudadanía tiene el derecho de elegir a quien más la plazca. Es un hecho concreto que el verso y el relato ya comenzaron a recorrer la etapa de su extinción.

Lo lamentable es que la clase política no se haya percatado de este detalle. De ninguna manera estamos hablando de un voto calificado, sino de un sufragio inteligente, en la búsqueda de que el gobierno sea para los más capaces y no para los que se creen los más hábiles.

Hay una clara definición que viene como “anillo al dedo”, dijera mi abuela. Son los que padecen el “Síndrome de Hubris”, trastorno que se caracteriza por generar un ego desmedido, un enfoque personal exagerado, aparición de excentricidades y desprecio hacia las opiniones de los demás.

Esto está provocando una clara deformación de la Democracia, cuya definición nos deja en claro que dicho “término está referido para designar a una de las formas de gobierno en que puede ejercerse el poder político del y para el pueblo”.

Hay un principio sólido e indiscutible que señala que “Democracia es el principio y la base de la gobernabilidad, la ética, la creatividad, la autonomía, la libertad, la participación y la representatividad. La convivencia democrática empieza cuando la sociedad aprende a autofundar su orden social”.

En ninguna de estas referencias está planteado que los más vivos, los que se entienden más sagaces, son los elegidos para poder gobernar, tener poder, utilizando maniobras y operaciones “de vieja data en la política “, y lograr ocupar espacios que en realidad, nunca demostraron que estaban dotados para desarrollar la actividad que demanda.

Ahora ingresamos en una “tensa calma”. La proximidad de la culminación del ajetreado año 2022, esta a punto de fenecer. En realidad no ha sido nada fácil poder sortearlo y aún durante gran parte del 2023, se deberán evitar los coletazos, que serán de un alto contenido político, económico y social.

No creemos que enero, que abre las perspectivas del nuevo año, sea muy tranquilo. Habrá campañas políticas a full; para enfrentar-donde se produzcan- internas en febrero u otras fechas según el calendario electoral que se adopte.

En La Pampa, la fecha es el 12 de febrero y hasta el momento el cruce más importante se dará en el sector de la oposición, donde el PRO, dirimirá con la UCR , cuales serán las fórmulas que deberán competir el 14 de mayo, contra la integración del FreJuPa, el actual gobernador Sergio Ziliotto y la actual diputada provincial Alicia Mayoral.

En las últimas horas se ha producido un profundo desgaste en la oposición, de Juntos por el Cambio, ante públicas denuncias de “doloridos discriminados y excluidos de una lista confeccionada”, que al parecer no contaba con el beneplácito de quien integra la fórmula radical Martín Behongaray- Patricia Testa.

Después habrá tenidas lugareñas, donde se juegan intendencias. No son muchas, pero creemos que algunas se harán sentir. 

También se han presentado objeciones que hacen a la confección de listas. Fundamentalmente de concejales, por tecnicismos que entendemos, de mantenerse las posturas asumidas, podrían judicializarse, aunque eso, puede ocasionar trastornos y fragmentaciones partidarias.

En síntesis tendremos, -en apariencia- calma. Pero el “mar de fondo” continuará. Las reuniones, no se han terminado y según nos indicaron habría programado por lo menos dos encuentros, buscando bajar los ‘decibeles’ a la discusión.

Y del país, hay tela para cortar. Es enorme y muy complejo el panorama, mostrándose más ordenados los sectores opositores al oficialismo. No obstante que la presencia de tres figuras presidenciables, siguen estando y ninguna ha mostrado deseos de consensuar y bajarse.
Pero lo cierto es que no habrá demasiados “conciliábulos”. Estos días serán utilizados para la sana reflexión y analizar seriamente, quienes ganan de seguir en la pelea por el poder.

A nuestro juicio: NADIE, todos pierden. Vale la pena pensarlo.
 

Escriba su comentario

Tu email no sera publicado.